Lisboa con niños

Cercana, entrañable… perfecta para una escapada de unos días. Viajar a Lisboa con niños. Razones, muchas: música de fado de fondo, la magia de una luz oceánica y ese ambiente decadente, nostálgico que te transporta a otro siglo. Lisboa es perfecta para un cambio de aires relativamente económico porque ni el viaje ni la estancia suponen un gran desembolso. Y ante la pregunta: qué hago allí con los niños? la respuesta: lee nuestro post y haz las maletas!!!

PASEAR, PASEAR Y PASEAR… POR LISBOA, CON NIÑOS. La capital de Portugal es una ciudad para recorrerla a pie. No hay plan más barato y más atractivo: sus calles empredradas y su clima invitan a ello. Perderse entre calles con el encanto de la capital lusa es todo un placer.

ZOOLOGICO. Podéis pensar… otro zoologico? Si, porque este es diferente. Uno de los atractivos de este plan en Lisboa con niños es que se puede recorrer por el aire montado en el teleférico. ¿Os imagináis las vistas? Tampoco os perdáis el espectáculo de los delfines y los leones marinos en la bahía. Precio adulto 17 €, de 3 a 11 años 12,50 € menores de 3 años gratis

TRANVIA. Es una de las fotografías más conocidas de Lisboa. Ir a esta ciudad y no montar en tranvía es como viajar a París y no subir a la torre Eiffel. El tranvía es un “must”. Intenta coger el 28, es de madera y tiene el encanto de ser como los de antes, recorre los barrios más pintorescos de la ciudad y su ruta os divertirá y sorprenderá.

PARQUE DE LAS NACIONES. Albergó a la Exposición Mundial de 1998, ahora se trata de una zona de ocio donde podrás pasear o visitar el centro comercial con comercios para niños. Un gran espacio de disfrute público que unió la ciudad con el río. Este espacio alberga entre otros el Oceanário. Su gran protagonista es el agua, que está presente en sus paseos y zonas verdes, como los Jardines del Agua, el Jardín García de Orta o el Jardín de las Olas. También el Parque Tejo que dispone de pista de skate. Y el Bowling Internacional de Lisboa, con 30 pistas y las más modernas instalaciones. Además del Pabellón del Conocimiento, donde poder ver de cerca los avances de la ciencia, en un lenguaje y actividades especialmente pensada para los niños.

ELEVADOR DE SANTA JUSTA. A tus hijos les encantará la experiencia. Es un ascensor que une dos barrios, ya que Lisboa tiene distintas alturas. Sí, en medio de la ciudad nos encontramos con un gran ascensor. Su estructura es enteramente de hierro con una decoración neogótica, que cambia en cada uno de sus niveles. Tiene dos ascensores revestidos de madera en el que caben 24 personas en cada uno. Una vez que llegas arriba puedes subir el último tramo por una escalerita de caracol que te llevará a la terraza donde admirar Lisboa a tus pies.

CASTILLO SAN JORGE. Una vez arriba de la capital, en la colina más alta, puedes acercarte con los niños al castillo de San Jorge. Se puede visitar con su atractiva terraza donde pasean los pavos reales. Adultos 5 €, estudiantes 2,5 € menores de 10 años gratis.

NUESTRAS PISTAS:

CIUDAD BARATA: Relativamente económico, es un destino ideal si dispones de pocos días, ya que las distancias no son muy grandes y está bien comunicado por metro y tranvía. Además se puede llegar en coche lo que abarata el tema del viaje hasta allí.

MOVILIDAD: No es una ciudad fácil para visitar con niños pequeños. Sus empinadas cuestas y adoquines hacen que moverse por sus calles con un cochecito de niño cueste más de lo deseado. Pero otros aspectos compensan estas dificultades.

COMER.  Uno de los encantos de Lisboa es su gastronomía única. Os recomendamos los siguientes restaurantes: El Restaurante Pizzeria Casanova es un clásico ya. Aunque siempre hay que estar conscientes de que probablemente nos toque esperar, especialmente viernes, sábado y domingos.

Chapitô, es uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad, un lugar con carácter que tiene una buena terraza que para niños más grandes puede resultar muy interesante. Bar, restaurante y teatro… además, en la puerta siempre te espera alguno de los actores de la compañía, lo cual será una grata sorpresa para los más pequeños.