25 planes imprescindibles en Lisboa

Lisboa es infinita.  No te cansas de recorrerla, de disfrutarla, de descubrirla una y otra vez porque siempre sabe distinta. Cada vez que vas hay un rincón nuevo, una zona que no conocías, una calle encantadora, un bar con alma. Es pequeña y accesible pero llena de sorpresas. El fado, la gastronomía, el encanto de la gente y una historia que se abre paso en cada una de sus calles son motivos más que suficientes para dejarse atrapar por esta ciudad. Hoy te propongo 25 planes imprescindibles en Lisboa que no deberías perderte.

Podría escribir 100 porque sin duda ideas no faltan pero creo que estos son los 25 que no debes perderte nunca.

1. Subir al Tranvía 28. Pocas cosas hay más clásicas en Lisboa que la imagen de sus tranvías. Pero, hay uno que destaca por encima de todos ellos: el tranvía 28. Una auténtica seña de identidad de la capital portuguesa que se ha convertido prácticamente en un tranvía turístico porque une casi todos los sitios más conocidos de la ciudad.

2. Visitar Belem y comer pasteis de nata. Uno de los lugares  con más encanto de la ciudad es la Torre de Belem, a la orilla del Tajo. Y el plan completo es ir a degustar los pasteles de Belém en el establecimiento en el que se fabrican, recién salidos del horno y con su dosis de canela espolvoreada en el momento tiene un plus gastronómico.

3. Darse un paseo en barco. Uno de los planes más fáciles y diferentes para recorrer Lisboa de forma cómoda es disfrutar de las vistas de la ciudad desde las tranquilas aguas del Tajo.  Es un servicio hop on – hop off, por lo que durante la visita podrás desembarcar en varios puntos para visitar la zona a pie y volver a embarcar de nuevo cuando desees a lo largo del día. A mis hijos este plan les encantó.

4. Ver atardecer desde un mirador: mi preferido Santa Luzia. Qué mejor manera de despedir el día que tomándote tu tiempo para ver el atardecer. Y hacerlo desde los miradores que ofrece la ciudad es un plan inolvidable. Hay muchos y el más famoso es Portas Do sol pero mi preferido siempre será Santa Luzia.

5. Comprar cerámica en Cerámica Na Linha. Imposible irse de Portugal sin comprar cerámica. Y esa tienda es visita obligada para todo el que viaje a la capital lusa. Venden cerámica al peso y cada estantería es una tentación.

6. Convento Do Carmo. Es un lugar especial e impresionante y una visita que a menudo no aparece en los primeros puestos de Lisboa. Sin embargo para mi merece mucho la pena. Dentro del convento podrás encontrar el Museo Arqueológico do Carmo, donde se expone la historia de Lisboa desde la Prehistoria hasta la Edad Media.

7. Visitar el sábado Feria Da Ladra. Dicen que la Feira da Ladra de Lisboa recuerda al Rastro de Madrid. Tiene un aire y sin duda es un plan distinto o que te recomiendo hacer si te gustan las antigüedades y las curiosidades.

8. Elevador Da Bica. Los elevadores o funiculares son el medio de transporte más tradicional para disfrutar las empinadas calles del del casco histórico de  Lisboa. Y el elevador Da Bica es uno de los más conocidos. Atraviesa un laberinto de callejuelas y casas antiguas. La parada tiene lugar en el Mirador de Santa Catalina, desde donde se puede admirar el río y los muelles.

9. Plaza de Comercio. Es el centro de Lisboa. Situada en la Baixa y abierta al Tajo es impresionante e inmensa. En ella está el Arco de Rua Augusta. Desde su reconstrucción, la plaza ha sido testigo de acontecimientos históricos muy relevantes.

10. Disfrutar de la panorámica de la ciudad desde Cacilhas. Uno de esos sitios que sólo conocen los locales y que te permite disfrutar de Lisboa con una panorámica preciosa y sin el bullicio del centro. Para llegar a Cacilhas se puede optar por el coche cruzando el Tajo por el Puente 25 de Abril, pero mi recomendación es hacerlo en ferry. Para ello hay que acudir a la estación de Cais do Sodré, situada junto al Mercado da Ribeira. Desde Cacilhas tienes una completa panorámica de toda la ciudad y tomarte allí un vino o incluso cenar con ese atardecer es una maravilla.

11. Mercado Time Out.  Situado junto al Tajo comer en este mercado es un plan  diferente en la ciudad. Tienes muchos puestos de comida y mesas en el centro para comer y beber lo que compres alrededor. Tiene mucho ambiente, todo tipo de comida y es perfecto para picar algo como aperitivo.

12. Museo del Azulejo. No es el museo más conocido de la ciudad y sin embargo para mi merece mucho la pena. Si hay un museo en Lisboa típicamente portugués es, desde luego, este. La colección de azulejos del museo es excepcional, y repasa la historia de la capital lusa desde el inicio de esta técnica decorativa.

13. Elevador de Santa Justa. El Elevador de Santa Justa es una de las atracciones turísticas más únicas de Lisboa. La panorámica de la ciudad desde arriba merece mucho la pena.

12. Parque de las Naciones. El Parque de las Naciones está en las afueras de la ciudad y es otra de las zonas que os recomiendo visitar por el contraste con el resto de Lisboa. Allí está la estación Gare do Oriente, con su enorme estructura abovedada obra de Santiago Calatrava, que me parece impresionante.

 

13. En esta zona podrás encontrar también el Oceanográfico, un imprescindible si vas con los niños. Se trata de uno de los acuarios más grandes de Europa, donde podremos ver tiburones cebra, rayas, estrellas de mar gigantes y otras muchas especies marinas procedentes de todos los océanos del mundo. El plan completo es coger el teleférico y cruzar el río volando. Lo puedes coger entre la Torre Vasco da Gama y bajarte en el Oceanográfico.

 

14. Sentarse a tomar un café, probar una tosta «mista» de jamón y queso tostado con orégano y ver a la gente pasar en una plaza, por ejemplo Luis Camoes o Largo do Camo. Las tostas «mistas» portuguesas son una delicia, a los niños les encantan.

17. Pink Street. La calle más fotografiada de la ciudad. No te puedes ir sin hacerte una foto en esta localización.

18. Alfama. El barrio más antiguo de la ciudad es otra visita obligada. Aquí el plan perfecto es callejear y perderse sin prisa disfrutando de edificios y fachadas. Durante tu paseo no te pierdas la Catedral de Lisboa, el mirador Portas do Sol, el Castillo de San Jorge y la Iglesia de Santa Luzia.

19. Visitar Lx Factory y probar la mejor tarta de chocolate de la ciudad. Una especie de mercadillo emplazado sobre los restos de una antigua fábrica. Tiene ese aire un poco hipster tan de moda últimamente en muchas ciudades y es uno de esos lugares que deja claro  la metamorfosis que ha sufrido en los últimos años la capital lusa. Allí tienes la pastelería Landeau que está considerada como la mejor tarta de chocolate de la ciudad.

20. Village Underground. Es un lugar muy curioso para visitarlo y tomar algo. Son grandes contenedores pintados formando una estructura original y atrevida, haciendo a la vez un espacio de ocio, con cafeterías y bares de copas.

21. Pabellón del conocimiento (Pavilhão do Conhecimento) que es un museo de ciencia increíble. Divertido, educativo e interactivo, mis hijos disfrutaron tanto que a la hora de cerrar no querían irse y volvimos al día siguiente. Un museo de ciencias que le permite a los niños probar experimentos y juegos donde todo tiene un fin y aprenden divirtiéndose.

22. Perderse por el Barrio Alto. En sus calles encontrarás tiendas de moda con restaurantes decorados con mucho estilo, entre los que se mezclan bares de copas, restaurantes… Vanguardista, moderno y vibrante, este barrio es por excelencia, la cara nocturna de la capital portuguesa.

23. Visitar el Monasterio de los Jerónimos. Una de las visitas turísticas más imponentes e imprescindibles de la ciudad. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983, es unos de los principales ejemplos de la arquitectura manuelina en Portugal

24. Pilar 7.  El Puente 25 de abril es una de las maravillas arquitectónicas de Lisboa y Pilar 7 ofrece la posibilidad de visitar este puente de una forma totalmente nueva.  Subir a un ascensor de 80 metros de altura y admirar la grandeza del puente y su vista panorámica desde una pasarela de cristal.

25.  Palacio Nacional Ajuda. El Palacio Nacional de Ajuda es uno de los edificios de estilo neoclásico más importantes de Lisboa y está declarado Monumento Nacional. En 1910 fue habilitado como museo y es una buena forma de conocer cómo era la vida de una familia real durante el XIX.

Sin duda Lisboa es una ciudad mágica en la que no dejas de descubrir cosas cada vez que la visitas. En este post tenéis algunos de estos planes un poco más ampliados.