3 pueblos de cuento de hadas

Descubrimos a menudo en redes sociales pueblos preciosos de esos que enamoran solo con una fotografía. Hay rincones que transmiten magia, calles que parecen de cuento y pueblos que uno graban en la memoria cuando los descubre en el apartado: tengo que ir. Hoy comparto con vosotras 3 pueblos que parecen de cuento de hadas. Son estos:

ROTENBURG, ALEMANIA

Es uno de los pueblos imprescindibles si visitas Alemania, además de por sus preciosas calles y edificios, es famosa por ser la ciudad que inspiró el cuento de Pinocho. Puedes subir a la torre de sus murallas para poder contemplar una maravillosa vista panorámica de todo Rotenburg. Este verano no tuvimos tiempo de acercarnos porque nos pillaba lejos pero me he quedado con tantas ganas. Imprescindible si estás por la zona.

 

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MANAROLA, ITALIA

Es uno de los pueblos que forman las Cinque Terre, un precioso pueblo que se asoma tímido sobre una colina, como si fuera un balcón hacia el mar.  Perderse entre sus calles es algo único. Sus casas de colores pastel parecen como colgadas. Para conocer Manarola, lo mejor es caminar si rumbo por sus estrechos callejones y sus escalinatas sin fin.En su calle principal, Via di Mezzo encontrarás infinidad de bares, restaurantes y pequeñas tiendas de artesanía en las que podrás adquirir algún souvenir.

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COLMAR FRANCIA 

La conocen como la «Pequeña Venecia» y sin duda Colmar, en Francia, es uno de los pueblos medievales más bonitos de Europa. Sus casas pintadas de colores con entramado de madera, los canteros llenos de flores y los canales de agua parecen recién salidos de un cuento de Disney. Lo curioso es que a pesar de su belleza no es tan conocida para el turismo fuera de Francia o Alemania. Yo llevaba mucho tiempo queriendo visitarla y este verano cuando estuve me quedé enamorada. Muy recomendable.

 

2 comentarios en «3 pueblos de cuento de hadas»

  1. Para tener en cuenta, gracias! A mí me sorprendió mucho Estrasburgo, fui media semana por trabajo y me jure volver con mi familia, me pareció precioso y también «de cuento», además fui en Noviembre y estaba ya en modo navideño con su mercadillo… Muy recomendable!

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