Es una realidad: estar en contacto con la naturaleza tiene múltiples beneficios para los niños. Desconectar de la ciudad y reencontrarse con el aire puro y la vida slow debería ser prescripción médica cada poco tiempo. Demasiada prisa y demasiados planes urbanitas. A mi los fines de semana esto es lo que me carga pilas. Mirar el cielo sobre mi cabeza, buscar ramas y hacer varitas mágicas y pasear al sol con los niños. La montaña es un gran patio de juegos. Pero a menudo los que vivimos en Madrid se nos acaban las ideas, me escribís muchos mails preguntando así que aquí van algunas ideas:
RASCAFRÍA. Rascafría está a unos 97 km de Madrid por la A-1. Es una de las zonas más bonitas para pasear y disfrutar de un día al aire libre con los niños. Sin duda las zonas más espectaculares son las Cascadas del Purgatorio y el Bosque de Finlandia. Puedes ir en coche hasta el parking que está señalizado. Una vez sales del del parking y se va subiendo sin pérdida posible, porque, cada vez que hay una bifurcación, está perfectamente señalizado el destino “Cascada del Purgatorio”.
El Bosque de Finlandia también está muy cerca. Este lugar es increíble: árboles gigantes, troncos con formas, ríos con piedras para cruzar el paisaje Un bosque casi mágico, con un paisaje que recuerda al del país Nórdico sin moverse de Madrid.
LA SILLA DE FELIPE II, EN EL ESCORIAL. La primera vez que visitamos la zona me quedé impresionada. El bosque Herrería de Madrid, la silla Felipe II… y esas maravillosas vistas panorámicas del Monasterio del Escorial casi de quitar el hipo. Que lugar tan maravilloso. La ruta es perfecta para hacerla con los niños porque no tiene ninguna dificultad. Apenas se recorren 4 kilómetros, así que en dos o tres horas caminando tranquilos con los niños se termina.
Y lo mejor es que el lugar está preparado para que los niños aprendan porque hay carteles con información botánica sobre las especies de árboles que hay. El bosque tiene castaños, robles, fresnos. Uno de los puntos que más les atraerá la atención es la Cueva del Oso, una formación rocosa muy original. No te vayas sin disfrutar del maravilloso Monasterio del Escorial.
EL PARDO. Una de mis zonas preferidas para «escapar» de la ciudad unas horas cuando no me apetece irme lejos en coche. La gran ventaja del Pardo es que es un plan que se improvisa porque está apenas a 20 minutos de Madrid. Y tienes lo que necesitas. Tan cerca, y sin embargo parece lejano ¿verdad?. Porque 7 kilómetros separan la gran ciudad del encanto del campo, de las cosas auténticas. El Pardo es vivir durante unas horas otra vida.
Cielo abierto, oxígeno, dehesas, árboles, cruzar caminos y ríos… encontrar huellas de jabalíes, ver ciervos… Uno de mis planes favoritos del otoño es acercarme a la valla a ver por la tarde a los jabalíes y darles de comer con los niños.
Muchas gracias por mostrarnos otros lugares para visitar en Madrid
Gracias a ti!