Llevo unos meses viviendo demasiado rápido. Mucho trabajo, muchas urgencias médicas con Bárbara, mucho de todo que se amontona… mi cuerpo empieza a notarlo. Vivo al límite, corriendo, sintiendo que no llego a todo, que hago de todo y de nada porque el día no me cunde y no hay horas suficientes para todo lo que tengo pendiente. Me paso el día haciendo listas… ¿A ti también te pasa?
Creo que hay que aprender a parar. A decir no. A vivir más despacio. Y lo digo yo, que llevo unos meses sin practicarlo. Me repito la palabra como un mantra «parar»…
Como siempre son ellos los que lo consiguen. «mama eso, quiero que juegues conmigo». Y les veo mirándome, con esa mirada blanca que tienen los niños, esa que no entiende de obligaciones ni problemas. Y tengo claro que quiero estar con ellos como ellos están conmigo: dándolo todo.
Mis hijos y sus juegos, mi fuente inagotable de felicidad. Consiguen que me siente en el suelo a reirme y pase de lo todo lo que tengo pendiente. Es literal: el viernes anoto todo lo que voy a adelantar el fin de semana, pero amanezco con mis hijos y me olvido de lo que pensaba hacer (los post, la web, las facturas, los encargos…)
Mindfullness. Disfrutar el momento. Ese es el secreto de la felicidad, solo se trata de eso. No esperar ni desear que las cosas lleguen ni añorar las que ya pasaron. ¿Para qué? Estar aquí y ahora es un regalo. Me conformo con jugar a adivinar animales, lanzarle la pelota a Bárbara y verla reir mientras la coge, contar historias, bailar con ellos…
Para mi desconectar es eso. Escapar de Madrid un día y pasear por la sierra, respirar aire puro, ver animales, coger palos, lanzarle piedras a un río, descubrir caras pintadas en las rocas y jugar, jugar mucho.
Pienso a menudo que tengo que aprovechar estos años en los que ellos quieren estar conmigo a todas horas… ya llegarán los años en los que sea yo la que quiera y ellos no.
Mamasviajeras es una filosofía de vida. Disfrutar el tiempo en familia es el mejor regalo.
Los planes de mi web no son sólo ideas, son pequeñas vías de escape, son píldoras de felicidad. A mi me funciona para recargar pilas, hacer «reset» y olvidarme de las prisas.
Cada vez que noto que me pesan las prisas le doy al «stop». La luz del sol, los planes bonitos y mis hijos me valen para ser feliz. No hay mejor terapia. Es infalible. Feliz lunes y feliz semana!