Valencia para dos

Todos los años intentamos escaparnos en verano un fin de semana sin niños. Durante muchos años el destino elegido ha sido Ibiza, pero el año pasado no pudimos y este año decidimos que nos apetecía cambiar de aires así que pensamos ir a Valencia. Y me ha encantado el plan! La ventaja de Valencia es que está cerca de Madrid y no dependes de vuelos por lo que es más fácil y económico que Ibiza. Os cuento planes que me han gustado por si os apetece hacer una escapadita romántica.

MARINA BEACH CLUB. La idea era dedicarnos un día a nosotros. Para estar a capricho, como cuando éramos novios. Y mi marido reservó unas hamacas en este club de playa situado al borde del mar. Un acierto. Disfrutamos de un día maravilloso bañándonos en la piscina.

Tiene hamacas dentro del agua de la piscina y es una maravilla tumbarse a leer en ellas. Te traen la comida a la hamaca así que el plan es  dejarse mimar. No se me ocurre un plan mejor ¿a vosotros? La comida está buena pero son cosas básicas (ensaladas, hamburguesas…)  y las hamacas son caras (40 euros por persona el día) pero un día es un día y el conjunto me pareció maravilloso.

TERRAZA L’UMBRACLE. Es uno de los sitios de moda de la noche valenciana y la verdad… es espectacular. Como mi marido sabe que soy una sosa y que por la noche siempre digo que estoy cansada, compró las entradas online con antelación. Así que no había excusas: había que ir a conocerla. Me encantó el plan. Salir a bailar juntos como cuando teníamos 20 años. Y el hecho de estar al aire libre le concede mucho más encanto. La entrada son 12 euros con una copa así que de verdad, merece la pena visitarla.

RESTAURANTE ENTREVINS. Una recomendación de un amigo nos  hizo reservar mesa allí. Y qué sorpresa. Me encantó. El tataki de buey Wagyu de finca Santa Rosalia con aromas de monte e hinojo encurtido me encantó pero sin duda para mi el plato estrella fue el solomillo de vaca vieja asado a leña con coliflor, cuscús vegetal y torrefactos. Soberbio. 

PAELLA EN CASA CARMELA. Casa Carmela ya es uno de los referentes arroceros de Valencia. Se ha ganado la fama haciendo de su cocina un elogio a la tradición. Esa que le marca sus pasos desde hace casi un siglo. Su paella, a leña, ya es señalada por todos los que saben como una de las mejores de Valencia. Detrás de ella, una larga historia que, como los buenos arroces, está llena de raíces, de emociones, de verdad. Para mi es un sitio imprescindible. Sueño con esa paella.

Y estas son mis recomendaciones. No soy experta en Valencia, seguro que hay mil sitios mejores pero son lo que he conocido y me han encantado. Soy toda oídos para la próxima vez.