A veces ocurre. Llegas a un destino en el que recorres muchos paisajes y ciudades pero hay una que resulta especial. Sin saber por qué vives un flechazo. A menudo no suele haber razones objetivas, o sí, pero también son subjetivas. La paz que transmiten algunos sitios, el encanto de sus calles y esa mezcla de vida slow y dinámica es el éxito. Estas cinco ciudades tiene algo que las hace únicas y 2020 es un gran año para visitar algo (o todas si tu presupuesto te lo permite). ¿Alguna vez una ciudad se te ha quedado pegada en el alma? Esta es mi selección.
VIENA, AUSTRIA
La ciudad con mayor calidad de vida del mundo está de celebración: en 2020 se cumplen 250 años de la muerte de Beethoven, el genio vienés omnipresente en la capital. Viena es una de esas ciudad que Por ello, las exposiciones que lo conmemorarán se centrarán en las facetas menos conocidas de la vida y obra del compositor. Así, por ejemplo, se mostrarán manuscritos originales en la Biblioteca Nacional, se traerá al genio a la actualidad en el Museo de Historia del Arte, y la Casa de la Música preparará varios eventos destacados, como una instalación acústica realizada con la última tecnología musical para que los participantes se sientan como integrantes de una orquesta.
GIETHOORN. ¿Te ha pasado alguna vez enamorarte de un sitio al ver solo una foto? A mi me pasó con Giethoorn, esta era una de mis prioridades en el viaje a Holanda. «El pueblos sin coches» le llaman.
Y eso ya es una declaración de intenciones: sin coches no hay ruido y se respira paz. Conocida como la «Venecia holandesa» en este pueblo holandés los niños aprenden antes a remar que a caminar. Incluso son muchos los que tienen su propia barca para ir al colegio. Es tan maravilloso como parece en las fotos.
GANTE. El chocolate, las patatas fritas, los paseos en bici, recorridos en barca por los canales y los waffels con chocolate (que nos volvían locos), sin duda una combinación perfecta para que el viaje por los Bélgica sea un éxito con los niños. Y de todas las ciudades que visitamos me quedo con Gante.
Me enamoró. Gante tiene algo que atrapa. Es una ciudad grande pero accesible, cercana, amable. Los paseos por sus calles empedradas , en barco, los atardeceres en sus ambientadas terrazas, el castillo… tantas razones para elegir este pais como destino de tus vacaciones familiares. Y si te acercas a la cercana Brujas ya tienes el plan completo, un destino cómodo y divertido con los niños.
OPORTO. Oporto tiene en encanto subjetivo que no se ve en las fotos. Y esta es una realidad que siente todo el que visita la ciudad portuguesa. Esta romántica y nostálgica ciudad entre el Duero y el Atlántico se ha convertido en un destino familiar perfecto para un fin de semana o unas breves vacaciones. La gran ventaja es que podemos llegar en coche. Los cafés con encanto, las centenarias bodegas, las vistas, el río y los magníficos azulejos son razones que hacen que Oporto tenga identidad propia.
DUBROVNIK. Es imponente. Una de esas ciudades que te dejan tocada, que la recorres y no te cansas, a la que siempre quieres volver. En Dubrovnik hay que caminar sin rumbo fijo por las estrechas callejuelas y empedradas cuestas del casco viejo de esta ciudad abierta completamente hacia el Adriático y reconstruida como un milagro tras un pasado turbulento. Sin coches y con el mar al lado.
Es recomendable llegar a la ciudad por mar porque la primera imagen que ves desde el agua, con sus murallas se queda grabada en la retina. Si vas en coche entonces subéte algún día a un barco y date el capricho de vivir esa sensación. palacios, cúpulas, conventos y callejas con mucho sabor. Dubrovnik parece el escenario de una película, patrimonio de la Humanidad enamora en cada rincón. No te pierdas la sensación de recorrer Dubrovnik al atardecer y pasear por sus murallas mientras cae el sol.
¿Cuál de de todos los destinos te apetece más?
Holanda y Belgica te encantarian! Un beso fuerte bonita