Hace unos meses Pau García y yo dimos una charla con Destinia y Intermundial y nos reímos mucho porque coincidíamos en tantas cosas! Hay que desmitificar la verdad sobre viajar con niños. No hay viajes perfectos ni familias que no discutan. Los viajes son como la vida… hay momentos maravillosos, momentos normales, y momentos estresantes.
Después de un año soñando con ese acantilado con un pueblo italiano de fondo, el niño llora porque se encuentra mal o empieza a vomitar. Señor Murphy, gracias. Sabemos que no duermes.
Así que hoy le pongo un poco de humor y te voy a contar frases o tópicos que pasan si o sí en cada viaje.
«El año que viene te quedas con los abuelos»
Cansancio extremo al final del día, niños derrotados que lloran sin motivo y tú vuelves al hotel/casa arrastrándote y preguntándote por qué no te has quedado tumbada en un playa, quién te manda a ti ser tan «animada y viajera».. y entonces la frase ja,ja..
Delante de un buffet de desayuno de un hotel: «Mama, hoy no hace falta que seamos sanos no?»
Las vacaciones son para darse caprichos. Para comer helados por la tarde y desayunar algo dulce si nos apetece. Levantarse tarde, no tener rutinas y comer cosas que durante el resto del año no tomamos con frecuencia. El consumo de brocoli descenderá en agosto seguro, ¿no creéis?
«Está prohibido mancharse, por favor tener cuidado, no quiero poner lavadoras»
En ese mismo momento a uno de los tres se le cae el plato de comida encima de la ropa. Todo. Tomate frito o salmorejo… así discreto ja,ja.. y la camisa cambia de color…
«Mama ¿es necesario ver pueblecitos?»
Para ellos el aliciente de viajar es jugar en parques y bañarse en piscinas y playas. Lo de pasear por pueblecitos no les mola nada. Es verdad que luego cuando están allí disfrutan mucho porque intentamos convertir cada pueblo en un plan. Les contamos la historia, hacemos juegos, nos tomamos algo rico en una terracita…
«Ni una foto más mamá, ya has hecho 200»
El otro día lo contaba en Instagram. Yo «veo» la foto y le pido a mi marido que la haga. Y encontes él: «otra foto, no tienes ya suficientes?» y los niños » si, mama, has hecho ya 200, siempre estás igual». Y yo con un atardecer impresionante delante poniéndome verde y de todos los colores. A veces les lío, otras les suplico y otras directamente les chantajeo. Que sepáis que conseguir fotos naturales no es fácil para nadie.
Cada mañana antes de salir, en el desayuno: «yo quiero hacer esto» y el otro: «no, eso noooo, yo quiero esto otro».
Negociación. Hoy eliges tú y mañana el otro. En nuestra familia las crisis se solucionan repitiendo todos juntos una frase que es nuestro «Grito de felicidad» y os prometo que funciona.
Con este post lo que quiero transmitir es que EN TODAS LAS FAMILIAS hay negociaciones, crisis y momentos «no idílicos». Que la experiencia es un grado, y que con humor al final ya sabes lo que le gusta a cada uno y aprendes a no darle importancia a ciertas cosas y a disfrutar del momento. Viajar con niños es adictivo y yo no lo cambio por nada. ¿Y VOSOTRAS?