Tres pueblos bonitos para visitar cerca de Madrid

Los días festivos. Los sábados soleados. Los domingos que uno se levanta con ganas de salir de casa y del ruido de la ciudad. Los fines de semana que vienes a la capital de visita y quieres hacer un plan distinto. A pocos kilómetros de Madrid hay decenas de pueblos con muchísimo encanto. Todos sabemos que existen pero… ¿hace cuánto no vas? Hoy te proponemos: Tres pueblos bonitos para visitar cerca de madrid. Sacudete la pereza y planea una escapada con los niños. Pasar el día tranquilo, dar una vuelta por la plaza del pueblo y comer rico, nunca te cansas de volver. Esta es nuestra selección:

1. CHINCHÓN. Es posiblemente uno de los pueblos más bonitos de Madrid. Chinchón siempre es un planazo: un pueblo pequeño, con mucho encanto, donde se come de maravilla, se compran verduras y hortalizas de huerta… y además si vas con niños darse un paseo en burrito por la plaza es para ellos un valor añadido. Es que un paseo muy corto, solo dos vueltas, pero lo de montarse en el burro es toda una experiencia divertida.

2. ALCALÁ DE HENARES. Otro lugar perfecto para hacer una escapada de unas horas lejos de  la capital, pasear por el bonito centro histórico de esta ciudad, tomar un aperitivo y ver cigüeñas.

A los niños les encantó este plan: buscar cigüeñas en las torres y campanarios. Hay tantas que no os costará encontrarlas. Pasear por sus calles empedradas rodeadas de balcones preciosos. Tomar un maravilloso aperitivo. Alcalá es famosa por sus tapas… tú pagas la bebida y ellos te invitan a tomar la tapa… y os aseguro que son tapas muy generosas, nosotros casi volvimos comidos a casa!

También visitamos la Casa de Cervantes y nos hicimos la famosa foto con Don Quijote. Los niños no habían oido hablar de él, así que fue la ocasión perfecta para que lo hicieran por primera vez. 

3. PEDRAZA.  Para muchos este es el pueblo más bonito de España, así de rotundo. Está situado en la provincia de Segovia, a 132 kilómetros de madrid, pero el viaje merece la pena aunque solo sea para pasar el día. Es una Villa medieval amurallada de pequeño tamaño, pero de gran belleza, en la que es imprescindible callejear para descubrir sus bonitos rincones. Nos podremos encontrar numerosos palacios y casas nobles que hoy día están en un estupendo estado de conservación. Para los amantes de la historia es un lugar de ensueño. Y a los niños les encantará correr en su plaza, subir a su castillo y curiosear en sus bonitas tiendas donde apetece comprarselo todo: decoración, mueble rústico, artesanía,  estaños, tahonas, chocolates, jabones…