Viajar con bebes en verano

Si viajar con niños pequeños asusta, viajar con bebés muchísimo más. Los bebés tienen necesidades especiales y sus propios ritmos. Exige mucho más esfuerzo su cuidado, sus rutinas y sus horarios. Muchos padres piensan que un bebé es incompatible con la palabra «viaje». Yo creo que no. Si a ti te apetece, puedes ir con un bebé donde quieras. Hoy te damos 5 consejos útiles para que esa aventura no sea tan complicada como parece desde casa.

1. ACTITUD: TIENES QUE QUERERLO DE VERDAD. Este primer consejo parece tan simple y obvio y sin embargo es la esencia de que el viaje salga bien. ¿De verdad estás animada y quieres hacer el viaje con el bebé? Adelante! Si la actitud es buena, afrontarás los imprevistos con sensatez. Si además eres primeriza, a veces los primeros meses todo son dudas y nerviosismo. Para ir de viaje agobiada y sufriendo, mejor no ir. Viajar consiste en disfrutar. No tengas miedo, no es tan difícil como parece.

2. SÉ PRÁCTICA. Cuando tenemos a nuestro primer hijo consideramos «imprescindible» cientos de cosas que con el segundo y el tercero ni nos planteamos. La realidad nos hace ser prácticas. Con los viajes es igual. No te lleves la casa a cuestas. Un bebé necesita cosas pero no necesita «miles» de cosas. Intenta que todo sea plegable y portátil: baberos de un solo uso, bañera plegable, silla de paseo que pese poco, ropa combinable entre sí por si se ensucia, termo y bibes, medicinas… piensa que en el destino puedes comprar lo que necesites. A no ser que viajes a un pueblo en las montañas de África (ja,ja) en tu destino hay farmacias, hospitales y supermercados no? Pues eso, si se te olvida algo, lo compras. Ningún problema.

3. ADAPTA EL VIAJE A SUS RUTINAS. Los bebés tienen unas rutinas de sueño, comida y juego. Sus horarios, sus gustos… es obvio que a los bebés les gustan respetarlas y así son felices. Dinamitar sus horarios sólo conseguirá que el bebé se altere, tenga rabietas y llore más. En la medida de lo posible respeta sus rutinas: intenta que el viaje sea a la hora de su siesta, dale de comer a la hora que lo haces también en casa, intenta que duerma también en sus horas… De esa forma él no notará tanto el cambio y cuando esté despierto disfrutará también con sus papás en el destino.

4. CÓMO MOVERSE CON ÉL EN EL DESTINO:  Yo siempre aconsejo llevar las dos opciones: la silla de paseo y la mochila portabebés. En función del plan de cada día es aconsejable optar por una cosa u otra. Si vas a estar todo el día recorriendo una ciudad, mejor llevarle en la silla de paseo: más cómodo para él y podrá ir viendo cosas cuando le apetezca y dormirse cuando esté cansado. Si vas a la playa, montaña o a algún sitio donde no hay fácil accesibilidad opta por la mochila ergonómica. El bebé irá tan feliz y para vosotros será más fácil.

5. SALUD Y PROTECCIÓN. Es importante estar bien informado de qué hospitales hay en el destino, si nuestra compañía de seguros (si la tenemos) nos cubre ese destino y también llevar un pequeño botiquín con medicinas básicas por si acaso hay algún imprevisto. Pide con tiempo la tarjeta sanitaria europea, te la mandan a casa en pocos días y estarás cubierto en cualquier país de Europa. Y recuerda que si pagas el vuelo o billete de tren con una tarjeta de crédito como la American Express, la tarjeta te cubre la asistencia sanitaria que tengas allí.

También es importante llevar protección para el bebé: gorro, crema solar, una muselina para taparle en la sillita…

6. AVISAR EN EL DESTINO QUE VAMOS CON UN BEBÉ. Avisa con tiempo al hotel o apartamento de que viajas con un bebé: así te prepararán la cuna, trona y todo lo que tengan.

Lo más importante es estar relajada y dispuesta a disfrutar de nuestro bebé de sus primeras vacaciones. Si tú estás bién, él también lo estará. Felices vacaciones!