Hacer el Camino de Santiago sólo puede ser una gran idea. Si bien al pensar en éste casi siempre se nos viene a la cabeza un grupo de amigos que se lo pasa bien, en ocasiones puede que prefiramos ir por nuestra cuenta, conocer las rutas de manera individual y escoger la que mejor nos parezca.
Con un volumen importante de personas que se decantan por esta opción, con el paso de los años vemos que cada vez son más los que buscan agencias que les ayuden, que les ofrezcan una serie de consejos para su incursión de verano. ¿Serás tú el siguiente que haga este planteamiento?
¿Por qué es positivo hacer el Camino de Santiago solo?
Tanto si escogemos el camino portugués como si la idea es comenzar tras unas vacaciones en Italia, ir sólo, sin nadie que nos acompañe puede disponer de muchas ventajas, hacer que vivamos una experiencia única. A continuación, para que veas todo lo que te estás perdiendo, te dejamos con una serie de razones que (seguramente) te convenzan:
¡Tú decides!
Cuando vamos solos no hay nadie que se interponga en nuestro “camino” No importa en cuánto tiempo lo quieras hacer o si has decidido cambiar de opinión a última hora en alguno de los tramos, porque, de forma completamente individual, harás el planning que más te convenga. ¿Te animas con ello ahora?
Descubrirse a uno mismo
¿Dónde están nuestros límites? ¿De cuántas cosas somos capaces? El Camino de Santiago en soledad es una forma de descubrirse a sí mismo, de saber qué es lo que podemos hacer y que no nos resulta tan fácil. Perfecto sobre todo si no estás pasando por un buen momento, seguro que agradeces la iniciativa.
Explorar el lado humano
Desde el camino del norte hasta el que va por la costa contempla un lado humano único y es que, si hay algo que siempre ha caracterizado esta experiencia es la hospitalidad de los lugareños, ver cómo ayudan en todo a la persona que llega de fuera. ¿No te parece algo fantástico como para plantearlo desde ya?
Ejercicio mental
Además de los beneficios físicos que aporta hacer el Camino de Santiago en cualquiera de sus formas, este viaje también ayuda con la salud mental. El estrés, la pérdida o cualquier otra inestabilidad que suframos puede desajustar en algún momento de nuestras vidas y este trayecto, sirve para que nos tomemos las cosas con otra filosofía, para que pensemos más en nosotros mismos.
Conocer gente
Viajar a Portugal para hacer el camino puede ayudarnos a conocer gente. Son muchas las personas que, aunque se hayan embarcado solas en esta aventura, sueñan con dar con un pequeño grupo con el que compartir, peregrinos que van en busca de emociones muy diferentes. ¿A qué esperas para hacerlo tú?
Como vemos, el Camino de Santiago, incluso cuando lo hacemos con nosotros mismos, puede ser una experiencia sin igual, aquello que nos haga descubrir otra parte del yo que somos, de sentir de una manera distinta. Perfecto para emprender en cualquier momento vital, tú también deberías plantearlo.