Me encanta hacer fotos de los niños en los viajes. Supongo que como a todas las madres. Me hace recordar momentos y sensaciones, mis albums de cada viaje son una de las joyas de mi casa. Pero no siempre es fácil conseguir una foto bonita y más en temporada alta: con las calles de los sitios llenas de gente, los niños agotados de no parar…
No soy fotógrafa y en este tema soy principiante, pero como soy un poco «pesada» con este tema y creo que he utilizado ya muchísimos trucos hoy os cuento unos cuantos para que este verano los pongáis en práctica, y si vosotras tenéis alguno que funcione soy toda oídos.
1.DEJARLES JUGAR Y PONERSE UN PASO POR DETRÁS DE ELLOS.
La experiencia me ha demostrado que lo que se fuerza nunca es tan bonito como lo que ocurre de forma natural. Cuando los niños están jugando felices, sus expresiones y sus ideas son siempre fotos preciosas. Se trata de dar un paso detrás y observarlos con la cámara o el móvil en la mano. Casi siempre suceden cosas maravillosas que terminan siendo fotos que te hablan de ese momento. Alguna vez que me lo he perdido, les he pedido que lo repitan y la verdad… ya no es igual. El momento es el momento por eso hay que intentar llevar el móvil a mano o la cámara colgada. La naturalidad es clave.
2.ELEGIR ROPA QUE COMBINE CON EL SITIO.
Sé que vais a pensar que esto es demasiado ja, ja pero creerme buscar colores que combinen con el entorno hace que la foto quede mucho más armoniosa y estética. Parece otra! Yo suelo llevar a los niños conjuntados entre ellos, o ponerles colores suaves… sobre todo intentar que no tengan muchos dibujos ni letras. Incluso mirar antes fotos del sitio y pensar qué ropa puede combinar allí. Así al hacer click parecen parte de un mismo escenario. Las fotos con vestidos y faldas son también más bonitas que con pantalones.
3. TODO AL BLANCO
Y por supuesto el blanco es para mi un color con el que no fallas. Soy doña «blanco». Me parece que queda armonioso y estético en cualquier sitio y a menudo les llevo así. Muchas lectoras me preguntan cómo es posible que los niños no se manchen. Pues no es posible!!! porque por supuesto que se manchan. Pero como suelo estar en alojamientos con lavadora no hay problema.
4. IMPLICA A LOS NIÑOS
Creo que para hacer fotos bonitas con ellos es importante implicarles y que se ilusionen con las fotografías. Yo se las enseño, les digo lo bonitas que están y ahora ellos también tienen sus propias cámaras con las que van buscando el «encuadre». Compartir con ellos la pasión por la fotografía hace que forme parte de nuestro viaje de forma natural sin que a nadie le moleste.
5. EL MEJOR MOMENTO PARA UNA FOTO
¿Cual es el mejor momento para hacer una foto? Las mejores horas son por la mañana y al atardecer, cuando la luz es suave y los rayos están a 45º. La peor hora es al mediodía, cuando el sol está arriba y la luz es dura. Salen muchas sombras y no queda tan bonita. Así que no les canses haciendo fotos a la hora de comer… déjales jugar todo el día pero anuncia que a última hora de la tarde toca «hacer unas fotitos»
6. CUENTA UNA HISTORIA.
Cada ciudad, cada viaje, cada momento cuenta una historia. Nuestros hijos tienen ocurrencias maravillosas que a menudo olvidamos con el tiempo. Creo que lo bonito de cada viaje es reflejar justo eso: ese helado que se cae, ese abrazo improvisado entre hermanos…
7. APROVECHA EL ATARDECER. Es tan fotogénico que a menudo cualquier lugar es maravilloso con esa luz. Yo suelo elegir el sitio en el que voy a ver atardecer y normalmente en cada viaje
8. MADRUGA. Es una de las cosas que he aprendido de las grandes cuentas de viajes a las que sigo. Esas fotos maravillosas en lugares super turísticos sin gente… ¿cómo se consiguen? madrugando. No hay más truco ni photoshop que borre una calle llena de gente. La ventaja de tener niños que se levantan pronto es que puedes lanzarte a la calle antes de que lleguen las masas y no puedas ni hacer una sola foto sin 50 cabezas alrededor.
Los helados como chantaje siempre son también una buena solución ja,ja.. Y tú ¿qué trucos utilizas?