Las vacaciones son maravillosas, de eso no hay duda. Pero se terminan y volvemos a la vida real. Y a mi septiembre es un mes que me cuesta un poco. Durante el verano los niños han vivido sin normas: se levantan tarde, se acuestan tarde, comen a deshoras… así que este es el momento para que todo en casa vuelva poco a poco a la rutina y la organización. Creo que lo maravilloso del verano es tener normas para poder saltarselas, a ellos les encanta estar de noche viendo estrellas con papá y mama pero saben que «no es lo normal». Y ahora toca volver a esa normalidad que abandonamos hace semanas… Con estos consejos quizá os cueste menos.
1. HORARIOS. Es la primera norma que rompemos en vacaciones. En verano no hay horarios y no miramos el reloj. Se levantan cuando les apetece y eso a menudo es tarde. Adaptarse de nuevo a la rutina escolar y tener que madrugar es duro para ellos. Así que siempre intento volver a casa una semana antes de que empiece el cole e ir habituándoles a esos horarios para que sea progresivo y cuando empiece el curso su cuerpo y su cabeza estén ya acostumbrados otra vez a esas horas.
2. HACER BALANCE DE LAS VACACIONES. Me encanta hacer balance después de las vacaciones. Cuando vamos en coche o estamos cenando todos, hablamos de qué es lo que más nos ha gustado de las vacaciones y cada uno elige uno o dos momentos bonitos. Estas semanas además incluyo lo divertido que es volver al cole y ver a sus amigos, así ellos empiezan a motivarse y animarse con volver.
3. PREPARAR MATERIAL ESCOLAR. Hazles partícipes de preparar sus cosas de cole para que se vayan haciendo a la idea de que la vuelta es inmimente. Que se ilusionen con todo el material nuevo y lo que supone el nuevo curso.
4. COMIDAS EN ORDEN OTRA VEZ. Los helados por las tardes, los picoteos y aperitivos a deshoras… yo suelo ser bastante ordenada con las comidas de los niños pero en verano y más si estás en un país extranjero comemos lo que nos apetece cuando nos apetece. Septiembre es el mes de vuelta a las comidas con horarios, fuera caprichos y cenas a última hora… Para mi es importante marcar esta diferencia y que los niños entiendan que los excesos son una excepción.
Se termina el verano. Vuelve la rutina, el trabajo y la prisa. Pero llega el otoño, otra época preciosa para disfrutar de los fines de semana soleados, con rutinas y sin hacer constantes maletas. Todo tiene su lado bueno!