«Disfrutar el camino». Convertir un largo viaje en un día emocionante. Mi post de hoy sólo pretende inspirar. No quiere ser una ruta, ni una propuesta de pueblos concretos. Se trata de darle una vuelta a un viaje en coche y convertirlo en plan en sí mismo. ¿Por qué no? Ayer volvíamos de pasar unos días en Baqueira Beret. Teníamos 6 largas horas de viaje por delante. Y decidimos convertir la vuelta a casa en un día lleno de planes y sorpresas.
Decidimos improvisar. Esa palabra que asusta tanto cuando vas con los niños, pero que a ellos les encanta y divierte tanto. Cambiamos nuestra ruta de vuelta a casa y nos adentramos en los pueblos de Huesca dispuestos a disfrutar del camino, a parar en los pueblos que nos íbamos encontrando. Fue un día genial.
Que veíamos un cartel que decía: «venta de pan casero». Stop y a comprar pan. Que nos encontramos un cartel que indica que hay una catedral, allá que vamos.
RODA DE ISABENA
Nuestra primera parada fue Roda de Isabena, un encantador pueblo medieval con calles empedradas, y con unas vistas impresionantes desde el mirador de la hospedería. Solo por eso ya mereció la pena subir. Pero el pueblo tiene mucho encanto. Es muy pequeño, apenas tiene 52 habitantes presume de el pueblo más pequeño de España con sede catedralicia.
El paseo por el pueblo es evocador de este pasado medieval porque está rodeado de murallas y donde destacan sus puertas monumentales.
PUENTE DEL DIABLO.
Seguíamos nuestra ruta en coche disfrutando de valles y montañas verdes cuando de pronto nos encontramos con un cartel: PUENTE DEL DIABLO. Mi marido preguntó: ¿paramos? Y paró. Ese era nuestro plan del día: viva la improvisación.
Qué gran decisión. Precioso paisaje. El Puente del Diablo, sobre el río Esera es de origen medieval y fue el único acceso de la época para cruzar el angosto cañón del Congosto de Olvena. Increíble parece que todavía esté en pie y que incluso una señal vial indique su presencia.
El paisaje es espectacular y la leyenda cuenta no se cree que pudiera haber sido construido por el hombre y que fue obra del Diablo, de ahí su nombre. Si estás por la zona, no dudes en dedicarle un rato a este lugar.
GRAUS
Vi una foto de la Plaza Mayor de Graus y tuve claro que este pueblo sería una de nuestras paradas. La Plaza Mayor constituye un lugar único en el que conviven diferentes estilos arquitectónicos y distintas fachas policromadas.
Capital de la comarca de la Ribagorza, en el Pirineo Aragonés, la Villa de Graus cuenta entre las calles y plazas de su casco antiguo con un excepcional patrimonio artístico, por lo que fue declarada Conjunto Histórico en el año 1975.
Un lugar perfecto para tomar el aperitivo en las terrazas de su plaza mientras los niños juegan felices a tu alrededor.
Nuestra última parada fue la comida en un pueblo cerca de Zaragoza en un restaurante que nos habían recomendado.
No os lo creereis pero el viaje fue más largo que nunca y al llegar a casa los 5 estuvimos de acuerdo que las horas en coche se nos habían pasado volando. Parar y disfrutar. Disfrutar del camino, no sólo de llegar al destino. Descubrir, bajar, emocionarse, aprender, ver, respirar aire puro, inventar cuentos, recorrer pueblos y subir a miradores.
Un gran viaje de vuelta a casa.
Que bonito!!!, gracias por compartirlo. Con los niños todos es magia.
Besos
Gracias a ti Mariola! Un beso fuerte