Escapadas de otoño: Hoces del Rio Duratón

Es uno de esos paisajes que te dejan sin habla,  que te conectan con la naturaleza y en los que apetece sentarse a respirar, a disfrutar despacio. Las Hoces del Rio Duraton, en Segovia es un plan precioso para pasar el día con los niños. Imponente y especial como pocos. Lo visité hace ya algunos años y tenía muchísimas ganas de volver así que montamos una escapada de otoño allí:  viaje con niños a las Hoces del Rio Duraton, que en estas fechas está precioso. Los colores del otoño dejan este paisaje especialmente bonito.

Te damos las pistas para disfrutar de este entorno:

LAS MEJORES VISTAS: ERMITA SAN FRUTOS… Los imponentes acantilados sobre el río y la belleza paisajística del entorno son suficiente motivo para ir hasta allí. Los acantilados pueden alcanzar hasta los 100 metros de altura.  Sin duda este es uno de los lugares más hermosos y populares de Castilla y León y las mejores vistas se obtienen desde la Ermita San Frutos. Ahora en otoño el paisaje y sus colores ocres en contraste con el azul del agua son algo que no debes perderte.

FACIL ACCESO CON CARRITO DE NIÑOS. A la Ermita San Frutos se puede acceder con carrito o cochecito de bebé sin problema porque es un camino de piedras bastante fácil de recorrer, nosotros optamos por llevar a la pequeña en mochila por comodidad nuestra pero en realidad no es imprescindible.  Es un camino de sólo 400 metros, sencillo y con unas vistas increíbles durante todo el trayecto.

VER VOLAR BUITRES LEONADOS SOBRE TU CABEZA. Pero además el plan tiene otro aliciente: ver volar sobre tu cabeza a cientos de buitres leonados. En Las Hoces anindan unas 500 parejas y el día que nosotros estuvimos nos encontramos con decenas de ellos pasando muy cerca nuestro. Los niños estaban fascinados. Si te quedas en silencio sin moverte y esperas puedes hasta oir sus alas. Verlos volar tan cerca te hace darte cuenta de sus dimensiones.

PIRAGÜAS EN EL RIO. Una de las cosas que he dejado pendiente de hacer es recorrer en piragüa la zona. Para los niños es un planazo y tiene que ser impresionante. Este año no me animé porque con Bárbara estaba complicado pero en cuanto sean un poco más mayores, es algo que vamos a hacer seguro. El día que estuvimos vimos las piragüas por el río y con ese entorno debe ser precioso. Los niños nos preguntaban: por qué no vamos al río a remar? ja,ja… 

SENDERISMO: SENDA DE LA MOLINILLA. Además el entorno invita a practicar senderismo. Nosotros elegimos una de las rutas más sencillas de recorrer, la senda de la Molinilla que va al borde del río, es llana y vas encontrando alguna cueva. Coger palos, ver ardillas, buscar nutrias (no encontramos ninguna)…  lo disfrutamos mucho!

COMIDA. En Sepúlveda se come de maravilla vayas donde vayas. Su especialidad es el cordero al horno de leña y en muchos restaurantes te lo ofrecen.  Si no vas en temporada alta no hace falta reservar pero nosotros como íbamos con los tres niños llevamos un sitio ya reservado desde aquí. Busqué en Tripadvisor y me gustó mucho las opiniones de un sitio que se llama  LA TABERNA DE PERRORUBIO. Fuimos y nos encantó! No es el típico sitio de cordero, su cocina va un paso más allá.

DONDE DORMIR. La casa en la que dormimos fue otro de los aciertos del f in de semana. Se llama «Las siete llaves» y  la buscamos en un portal de casas rurales que utilizo mucho cuando voy con los niños www.tuscasasrurales.com. Me gusta esta web porque te da información de forma muy clara sobre fotos, precio, el equipamiento de la casa y actividades en el entorno. Nuestra casa tenía un precioso salón con chimenea con juegos de mesa para jugar con los niños.

SEPULVEDA. Por la tarde estuvimos en Sepúlveda, un precioso pueblecito a pocos kilómetros de las Hoces y de la casa en la que dormíamos.Tiene un encanto especial, no sólo por el paisaje que la rodea, sino por su aire medieval.  Sus calles empedradas y tranquilas, palacetes, portales, bares con encanto… un lugar tranquilo para dar un paseo cómodo con los niños.  Después cenamos en un restaurante de la plaza también estupendamente.

Volvimos el domingo felices después de un fin de semana muy completo. Estos planes los 5 juntos, en plena naturaleza me encantan. Nos hace disfrutar mucho del tiempo juntos, hacer juegos, contarnos cosas, vivir experiencias distintas, cambiar de escenario es un aliciente para que los niños aprendan cosas que no conocen… Cada vez que hago un plan de estos vuelvo pensando que tendríamos que repetirlo como mínimo una vez al  mes. Te vas dos días y vuelves como si hubieras estado una semana entera fuera! Cuánto cunde el tiempo!