Juegos con niños en la nieve

Ya está aquí el invierno de verdad: el frío, ir tapados hasta las orejas… y su eterna y molesta compañera, la nieve. Pero como dice el refrán: al mal tiempo, buena cara. Porque para los pequeños de casa la nieve siempre es un plan divertido. Muy divertido… Así que por qué no convertirlo en uno de esos planes con niños que tanto nos gustan?

No hacen falta grandes ideas para disfrutar con ellos pero aquí os damos unas cuantas por si estáis cansados de hacer siempre lo mismo…

1. TRINEO. Comenzamos con uno de los grandes clásicos. Una pendiente un poco pronunciada y sin obstáculos, un trineo… y la fuerza de la gravedad hará el resto… a los niños les fascina tirarse cuesta abajo por la nieve! Y para los más atrevidos podéis organizar carreras, a ver quién llega antes… eso sí, entero! .. Si no hay trineo con una bolsa de plástico es suficiente y si no otra idea es utilizar la típica balsa de plástico de piscina.

2. DEJA PISTAS. ¿Te acuerdas del cuento de Pulgarcito? Pues convierte este clásico en un juego para pasar la tarde y convertir un simple paseo en familia en algo muy divertido. Deja un camino de pistas por la nieve. Puedes utilizar trocitos de ramas de árbol, piedritas u otros pequeños objetos para marcar el camino. A la vuelta pon a prueba su sentido de la orientación y su astucia para encontrar el camino siguiendo las marcas.

3. EL MUÑECO DE NIEVE MÁS ORIGINAL. Otro de los típicos planes con niños en la nieve, pero infalible para pasar un rato de diversión. Es conveniente que llevéis desde casa cosas para “customizar” al muñeco y hacerlo original: podéis llevar cosas para reproducir a algún miembro de la familia, a la mascota o a alguno de sus personajes favoritos de la tele.

4. EL IGLÚ ILUMINADO. Este plan supone un poquito de trabajo pero te prometo que el resultado merece la pena. Hay que hacer una bola grande de nieve (de unos 50 cm de alto), después hacemos un agujero y la vaciamos. Dejamos un hueco grande delante y otra apertura en la parte de arriba. Metemos una vela encendida (de esas que vienen resguardadas por un plástico rojo, para que no se moje) y esperamos a que caiga un poquito la tarde. El efecto de luz es precioso. No hace falta ir a Laponia para vivir experiencias mágicas en la nieve.

5. DAR DE COMER A LOS ANIMALES. Muchos pájaros no emigran durante el invierno y con frío les resulta difícil encontrar comida. Preparar comederos para pájaros (rellenando simples vasos de plástico con alpiste impregnado en grasa, por ejemplo) y observarlos cuando acuden a comer, no sólo es divertido, también educativo y ecológico.

6. BUSCANDO PISTAS. Si llegáis a alguna zona nevada y aún virgen, además de hacer el típico ángel, un buen plan puede ser buscar “huellas” en la nieve. Pies grandes, ruedas, animales… Es divertido jugar a adivinar a qué animales corresponden… Podéis incluso hacerla vosotros para que los niños las encuentren y se emocionen resolviendo el misterio…

7. PILLA PILLA CON BOLAS. Esta idea es un mix entre el pilla pilla de toda la vida y la guerra de bolas de nieve. Importante que la nieve no sea demasiado dura, por si acaso se produce alguna caída. Uno de vosotros será el encargado de pillar a los demás pero, en vez de correr hasta alcanzarlo, tendrá que hacer bolas de nieve y lanzárselas a los demás en plena carrera. Cuando acierte, habrá ganador y será el boleado el encargado de pillar a los demás.

Importante: gorro, guantes y a la nieve. Y tú, ¿a qué juegas en la nieve con tus hijos? Cuenta, cuenta… te escuchamos!