Loira con niños: 5 razones por las que ir

Ha sido uno de los viajes más especiales que he hecho con los niños. Muchos nos habéis escrito pidiendo información porque estáis interesados en planificar este viaje. El Loira con niños es un destino de cuento y hoy te damos 5 razones por las que elegirlo como destino y te contamos lo que más nos gustó y lo que menos de los días que pasamos allí…

1. UN VIAJE CÓMODO, CERCANO. E INOLVIDABLE.

Hables con quien hables que haya estado en el Loira utiliza la misma expresión: inolvidable. El encanto de esta zona de Francia no puede explicarse ni con palabras, ni siquiera en fotos. Tiene algo mágico que se siente cuando estás allí, y más si vas con los niños. El Loira es un destino de cuento, con sus castillos, sus viñedos y sus paisajes. Pero además es un viaje cómodo, con muchas zonas llanas para moverse con niños pequeños, rampas y accesos por todas partes y lo mejor de todo: está cerca de España y se puede ir en coche, lo que disminuye notablemente el presupuesto de viaje.

He viajado lejos por paises maravillosos y sin embargo el viaje del Loira del año pasado fue uno de los más especiales de mi vida. ¿Por qué? Hay más razones subjetivas que objetivas… simplemente me enamoré de cada plan del viaje…

Además me gustó que las escapadas y visitas se pueden adaptar a la medida de cada familia: elegir ver uno o más castillos ciudades en un solo día, según anden las fuerzas. Los niños no se cansan y todos disfrutan más.

2. PRESUPUESTO A TU MEDIDA.

Al ser un destino cercano se puede adaptar a cualquier bolsillo. La zona cuenta con multitud de alojamientos para todos los presupuestos, desde grandes hoteles a casas rurales a buen precio. La que nosotros elegimos en Amboise tuvo un precio bastante razonable y la verdad es que fueron unas vacaciones preciosas y mucho más baratas que las de otros años. Los niños además no pagan entrada en los castillos, y eso también se nota.

3. PLANES INSÓLITOS QUE FASCINARÁN A TUS HIJOS.

Lo bonito de este viaje es hacer cosas «especiales» con los niños y en este sentido el Loira ofrece muchas opciones. Por ejemplo, en verano el Castillo de Chenonceau te propone alquilar una barca para dar un agradable paseo por el río.

El Castillo de Chambord también se puede visitar desde el canal, en barca o barco eléctrico, alquilados en frente del castillo. Toda la familia embarcará en un barco eléctrico, que los niños podrán pilotar con toda la seguridad, bajo los consejos paternos. O si preferís quedaros en tierra podéis optar por un paseo en carro en los caminos forestales del castillo.

En fin el Castillo de Cheverny propone una visita especial del parque y del canal combinando un circuito en coche eléctrico y en barco. Es una manera inédita de admirar la fauna y flora del impresionante parque.

Otro plan diferente y recomendable es el Mini-Châteaux Val de Loire, en Amboise, un divertido parque de mini-castillos y un acuario de agua dulce.

Tintín forma parte de nuestra infancia, y compartir al personaje de aventuras siendo ahora nosotros los padres tiene mucho encanto. El Castillo de Cheverny fue el lugar en el que se inspiraron para hacer el famoso “Castillo de Moulinsart”.

Bien acompañado del infatigable Milú, tus niños podrán sumergirse en el universo del reportero a través de varias escenas míticas del cómic.

La habitación de Tintín, el laboratorio del Profesor Tornasol, varias salas del museo interactivo… un montón de posibilidades divertidas para los pequeños.

5. APRENDER MIENTRAS SE DIVIERTEN.

El secreto de este tipo de viajes es que la diversión tiene un importante compomente didáctico. Los niños sin darse cuenta están aprendiendo cosas. El contacto con la naturaleza, la historia de los castillos… En el Castillo de Valençay sus 5 sentidos se despertarán a través del Juego del Olor y del Jardín d’Antonin con sus 300 especies de plantas aromáticas culinarias.

Oirán hablar del famoso inventor Lenoardo Da Vinci, y si vas al Castillo Clos-lucé, última residencia del fabuloso genio, los niños podrán descubrir cómo funcionan las máquinas visionarias que inventó Leonardo Da Vinci. Pinturas, arquiteturas e inventos para conocer un poco más el universo del este genio.

Y conocer cada castillo, su historia y todo rodeados de tanta belleza… sin duda un planazo.

LO QUE MÁS ME GUSTÓ DEL VIAJE…

– Disfrutar de paisajes de cuento, castillos impresionantes y naturaleza de ensueño y poder compartirlo con los niños que escuchaban atentos nuestras historias y preguntaban de todo.

– Esas tardes de verano comiendo crepes de nutella y helados, también de nutella. Nutella en todas sus versiones, el sabor preferido de los niños y también el mio!

– Contar cuentos por las noches en el jardín, junto a la pequeña hoguera que hacíamos en la casa. Uno de los momentos más mágicos del día.

– Desayunar croissants franceses recién hechos todas las mañanas, uno de los mayores placeres de las vacaciones en Francia.

– Ver el interés de mis hijos por el idioma francés y que nos preguntaran cómo se decían algunas palabras.

– Recorrer una bodega de vinos, probar uno, otro… y salir con ese punto de felicidad que da beber tres vasos y con cuatro cajas de vino blanco francés delicioso!

LO QUE MENOS…

– Sin querer generalizar, algunos franceses de restaurante y establecimientos no fueron especialmente amables. Mi hija es alérgica al huevo y eso fue un problema a  la hora de las comidas, porque no nos ayudaban demasiado. Me enfadé por su desidia y desinterés en varias ocasiones.

– Se nos pinchó una rueda del coche y tuvimos que ir a comprar otra, cambiarla… una mañana entera perdida.

– El viaje en coche de ida… era fiesta en Francia, no lo sabíamos y estuvimos dos horas en una caravana… y eso sumado a las 7 del viaje fue verdaderamente largooo.

– Lo que menos, menos… tener que volver tan pronto!