Tenía apuntado visitar el Museo de las Ilusiones de Madrid desde que lo conocí. Lo ví cuando abrió sus puertas y estaba deseando quedarme un fin de semana en Madrid para ir a conocerlo. Qué gran descubrimiento. Es un museo original, diferente y divertido donde las diferentes salas engañan a los ojos y tendrás que mirar cada cosa un par de veces para entender las ilusiones ópticas que te esperan allí. Un desafío visual constante y fascinante.
El museo está situado en la calle Doctor Cortezo, entre Lavapiés y la Puerta del Sol. Tiene propuestas originales como el Cuarto de Ames, el Cuarto Inclinado, el Cuarto Infinito, el Cuarto Antigravedad o el Túnel del Vórtice. A nosotros nos encantó este último: un túnel en el que te ves rodeado por mensajes sensoriales que te hacen perder el equilibrio. Los niños cruzaban el puente sin parar muertos de risa. Las carcajadas de Bárbara resonaban en todas partes.
Con presencia en más de 18 países de todo el mundo, este original museo es una de las propuestas más divertida para ir con niños este otoño.
El recorrido es super divertido y te va dando una sorpresa tras otra. Las salas en las que cambias de tamaño son increíbles y a mis hijos les fascinaron también. En el museo pones a prueba tus sentidos y te aseguro que no te aburres ni un segundo. Está todo muy bien explicado con carteles y te indican incluso dónde tienes que poner los pies para hacerte la foto y que salga perfecta.
A través de hologramas, trucos y juegos el público aprenderás cosas nuevas sobre la visión y la percepción y cómo el cerebro humano
Didáctico y muy entretenido, es una propuesta que merece la pena visitar. En la salida hay una tienda en la que se pueden encontrar más de 80 juegos de dilemas, puzles de madera, juegos de construcción, educativos y todo tipo de souvenirs.
Aunque compres las entradas, no trabajan con cita previa, la entrada es por orden de llegada, así que los fines de semana quizá te toque esperar un rato en la calle.
Muy recomendable. Más información y entradas: museumofillusions.es/
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