Aunque soy del norte, me fascina Madrid. Y una de las ventajas de vivir en esta gran ciudad es poder disfrutar de experiencias como esta. Ir a la Opera para niños! Verles reir, cantar, participar… sentirles felices absorbiendo un género musical nuevo… aprendiendo… Recuerdo cuando hace meses fuimos a disfrutar de «La Flauta Mágica» y mis hijos vieron el cartel del anuncio de Pinocho. «Mamaaaa, mira Pinocho». Este sábado pudimos disfrutar de la función y fue tan maravillosa o más que la anterior: El Pequeño Pinocho, en el Teatro Bellas Artes de Madrid.
El hecho de que se trate de un personaje familiar para ellos, hace que ya el plan resulte atractivo de antemano. La ilusión de ir era máxima. Y la emoción de sentarse de nuevo en las butacas sabiendo que cantarían y disfrutarían como la otra vez…
La función de Opera Divertimento fue un nuevo éxito. La Opera para niños no se trata solo de «escuchar» este género. Se trata de vivirlo, de participar, de acercarse a él y terminar cantando. Los niños son protagonistas también de la función y creo que ese es el secreto.
Creo firmemente que nuestros hijos son pequeños moldes. Y todo lo que metamos en ellos será parte de los adultos que serán mañana. Quizá suene un poco exagerado pero siempre lo he pensado así. Que cuando son pequeños son esponjas y se les van quedando pegadas imágenes, experiencias, sensibilidades…
La música tiene el don de acercar a las personas. Y potencia y mejora el desarrollo intelectual del niño, también auditivo. Y la Opera es una manera muy especial de vivir el arte. Me parece un privilegio que actualmente exista la posibilidad de llevar a nuestros hijos a Operas adaptadas a ellos.
Y sé que al igual que me ha pasado a mi, cualquiera que pruebe la experiencia querrá repetir.
«El Pequeño Pinocho» estará en el Teatro Bellas Artes de Madrid hasta el 26 de abril.
Para más información: http://operadivertimento.com/espectaculos/pinocho.htm