Es una de las sensaciones más maravillosas cuando tienes hijos: darte cuenta de que son las pequeñas cosas del día a día las que más feliz te hacen. Esos momentos diarios, a menudo improvisados los que con niños alcanzan dimensiones casi mágicas. Y de pronto lo sientes. Durante un instante sabes que eres feliz.
Estos son los míos…
DORMIR LOS 4 JUNTOS. Es una de las cosas que más me gustan de los sábados. Los niños se despiertan y medio zoombies se meten en nuestra cama. Ya ni preguntan. Aparecen, se suben, se hacen hueco, se acurrucan y a seguir durmiendo… Y yo entonces les miro y veo la imagen de los 4 estrujados y felices, en modo tretis, puff… si la felicidad existe, debe ser algo parecido a esto.
LA SEGURIDAD DE UN ABRAZO CUANDO ESTÁN TRISTES O ANGUSTIADOS. Lo confieso, babeo. Es una experiencia única:: el poder del consuelo. Verles angustiados o tristes, abrazarles y chas! Magia! De pronto se sienten seguros…Tener la potestad de ahuyentar sus miedos y sus llantos, de sentir su corazoncito tranquilo después de un momento triste, de saber que a nuestro lado creen que nada malo puede pasarles. Adoro ser su “zona segura”.
VERLES HACER ALGO POR PRIMERA VEZ. Y disfrutar de su carita de triunfo cuando lo han conseguido. Aprender es algo innato y como madre ver cada pequeño avance, cada paso adelante… vivirlo, disfrutarlo, conseguirlo…Estar a su lado y celebrarlo cuando orgullosos te dicen: mama, yo solito. Y lo hacen. En esos momentos si me tocas, levito…
ATAQUE DE BESOS Y RISAS. En cada casa tiene un nombre. En la nuestra es: «metralleta de besos». Ellos en cuanto oyen las palabras, empiezan a correr despavoridos y divertidos. Huyen pero están deseando que les pilles, les tumbes en el suelo y les des besos infinitos. «Te quiero mucho», «yo más»… Su risa contagiosa en esos momentos… hay algo más bonito que la risa blanca de un niño?
LLEGAR A CASA DE UN DÍA DURO Y QUE TE RECIBAN CON UN ABRAZO . Todos los días. Todos. Para ellos no hay días mejores ni peores, ni jefes, ni agobios, ni trabajo pendiente, ni facturas, ni preocupaciones… Es abrir la puerta de casa y oir un «mamaaaaaaaaaaa» y de pronto dos torbellinos corren por el pasillo y se lanzan a mi cuello. Y a mi ya se me olvida todo esa lista de cosas que he mencionado antes. Yo ya soy suya y sé que en ese momento soy feliz.
UN DÍA SOLEADO DE INVIERNO. Os lo he contado muchas veces: soy de calor y adoro el verano, pero reconozco que soy fan absoluta de los día soleados de invierno. Es mirar por la ventana y sentir unas sensación de bienestar… la luz en invierno me llena de energía, me hace querer disfrutar con la familia, pensar en cosas bonitas… y lanzarma a la calle con ellos a vivir algún plan «mamasviajeras».
La vida tiene grandes momentos. Buenos y malos.
Pero soy de las que creen que la felicidad es la suma de alegrías diarias. Y alegría 1 + alegría 2 + alegría 3= felicidad.
Cuéntame… cuáles son las tuyas? Qué pequeñas cosas que hacen feliz???
Cuando mi peque me ve triste, y me abraza y me acaricia exactamente igual que cuando yo se lo hago a el.. es increible..
Cuando estamos juntos mimando a la perrita, y compartimos ese momento tan tranquilo juntos.
Qué bonito Miri!! Momentos muy especiales sin duda… Disfrutalos! No hay cosas más bonita que estar con ellos… Gracias por escribir.
Gracias por escribir algo tan bonito! Si ya hoy me he levantado de buen humor al ver el cielo azul aunque haga frío ( yo también soy de calor), tu me has ayudado a estar de muchísimo mejor humor. Qué de cosas nos hacen felices y no las disfrutamos como debiéramos. Mi mala costumbre de pensar en el pasado o precipitarme al futuro, hace que no disfrute del presente.
Gracias de verdad!
A ti te ha ayudado a ponerte feliz este reportaje…. Y a mi me ha ayudado a estar más feliz leer tu comentario. Graciassssssssssssssssssssss No sabes la ilusión que hace leer lo que has escrito. Un beso enorme
A mi también me ha alegrado el dia leer este post màgico. Un abrazo amoroso