Viajo con mis hijos desde que nacieron. Con un mes ya les metí en un avión. Eso quiere decir que he viajado con bebés, con niños que empiezan a andar y con niños más mayores que ya preguntan todo. Y que he tenido que inventarme juegos y fórmulas para ganarme su atención y que estén felices. Hoy quiero compartir con vosotros algunos de esos juegos que utilizamos en mi familia y que a nosotros nos funcionan.
NOCHE BAJO LAS ESTRELLAS. Lo que más les puede gustar a mis hijos es estar al aire libre cuando anochece, con una linternas. Para ellos eso es la «aventura de todas las aventuras». Como en casi todos nuestros viajes cogemos una casa con jardín, uno de los grandes planes del verano es tumbarnos para contar cuentos por las noches al aire libre y disfrutar de la emoción de iluminar las sombras. Este año uno de los grandes momentos fue la lluvia de estrellas en Selva Negra.
JUGAR MIENTRAS VEMOS LAS CIUDADES. Yo quiero ver ciudades y ellos quieren jugar. Así que busco fórmulas para hacer posibles las dos cosas (y a la vez). Un juego que hacía mi marido cuando eran más pequeños es el de «correr y parar». El grita: correr… y salen todos corriendo… parar… y se paran. Es una tontería, lo sé, pero se morían de la risa. Ahora con más edad hay que inventarse juegos un poco más «inteligentes» ja,ja… Jugamos por ejemplo a adivinar cosas y curiosidades de las ciudades, vamos poniendo pruebas y hay un ganador. Eso hace que ellos se fijen en muchos detalles, que se interesen y pregunten.
ESCONDER COSAS Y QUE LAS ENCUENTREN. Alguna vez que les hemos visto cansados o especialmente aburridos hemos convertido una tarde en un parque en un juego de pistas. Hemos escondido un tesoro entre matorrales (una bolsa de golosinas vale) y les hemos dejado pistas para que lo encontraran. Es algo fácil que se improvisa en el momento y que garantiza una tarde de emoción e ilusión. Pruébalo.
UN DÍA PARA ELLOS. En todos los viajes combinamos turismo con diversión y aunque hay muchos días de planes que les gustan siempre hay un día especial pensado para ellos. En la Selva Negra ese día fue sin duda Europa Park: fliparon. La ilusión de saber que tienen un día especial con algo que les hace muchísima ilusión vivir ayuda a mantener la emoción en vacaciones.
Y tú ¿qué planes especiales haces en vacaciones? Dadme ideas!