Lo bueno de las grandes ciudades como Madrid es que si buscas, hay rincones secretos. Lugares tan especiales que a veces da hasta miedo compartirlos. La primera vez que pisé La Quinta de los Molinos fue para hacer un reportaje, como siempre corriendo, y no pude disfrutarlo como a mi me gusta… Pero me quedé prendada del sitio.
Guardaba en mi memoria esa estampa y este fin de semana cuando vi que los árboles ya tenían flore no lo dudé. Quería mi momento allí con los niños. Es maravilloso encontrar en plena capital un lugar tan mágico: miles de almendros en flor, su paz, ese ambiente romántico que inspira…
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«Mamá qué bonito, podemos quedarnos?». Fue la primera frase de mi hija cuando lo vio. Ya con 4 años son capaces de reconocer la belleza. Todo el que entra, quiere quedarse, sí.
La Quinta de los Molinos es un parque único situado en la calle Alcala a la altura del número 527-531. Recorrerlo sin prisa es todo un placer para los sentidos. Sobre todo estos fines de semana de marzo cuando los árboles están en todo su esplendor y el espectáculo de la Naturaleza invita a disfrutar sin prisa. Nos bastó apenas una hora para cargar pilas y volver a casa felices. Si vives en la capital o tienes pensado visitarla próximamente no dudes en acercarte a este parque.
Me llama la atención todos los que dicen que Madrid es una ciudad gris y estresante. Madrid es muchas cosas. Tiene tráfico y contaminación. Pero Madrid… también es esto.
Existen los lugares mágicos… Y muchas veces están más cerca de casa de lo que creemos. Lo único que hay que saber es buscarlos.
Desde mamasviajeras queremos compartir con vosotros todos los rincones que vayamos encontrando!
Vivo frente a este parque y la verdad es que es una suerte, es una preciosidad, aunque os digo que los almendros ya no tienen flores… (indirecta para que cambiéis el slider, jejeje). Ahora están en flor las lilas que también son una maravilla.