Viajar es uno de los mayores placeres que da la vida. Además de conocer sitios nuevos, aporta una gran variedad de beneficios y abre la mente a otras culturas. Sin embargo, a veces ocurre que, una vez que se es madre, viajar puede convertirse en un problema. Normalmente damos por sentado que los niños se van a cansar en exceso con el viaje, pero también puede ser una buena manera de ir acostumbrándolos a viajar y ver que hay mundo más allá de la zona de confort. Por eso, hoy queremos animarte a visitar la bella ciudad de Florencia y planificar actividades entretenidas con los más pequeños, entre las que se encuentran visitar parques de aventuras o recorridos como los free tours con GuruWalk en Florencia.
Destino Florencia
Desde la maravillosa naturaleza de Escocia hasta la Bretaña francesa, existen muchos lugares a los que se puede viajar con niños. Pero Italia es una visita obligada para cualquier mediterráneo, ya que, además de ser la cuna del Renacimiento y poseer una variedad artística inigualable, ofrece múltiples posibilidades para toda la familia.
Si solo dispones de tres días para visita Florencia, aquí te traemos algunos imprescindibles que no pueden fallar.
Día uno: Centro histórico y naturaleza
Evidentemente, el primer día de la visita tiene que estar reservado para visitar los monumentos más conocidos y visitados. El primer destino, por lo tanto, debe ser la Piazza del Duomo, donde encontrarás la Catedral de Santa Maria del Fiore, el Baptisterio de San Giovanni y la torre-campanario de Giotto. La subida a la torre es opcional, pues consta de casi 500 escalones. No obstante, suele ser una aventura que los más pequeños realizan con satisfacción. Además, el premio final de las vistas a la ciudad lo merece.
La visita al centro histórico de la ciudad llevará tiempo pero, una vez terminada, alrededor se encuentran otros puntos interesantes. La Piazza de la Repubblica era el centro de la vida en la época romana y es una hermosa construcción llena de vida donde hay un tiovivo en el que pueden disfrutar los pequeños. De camino a la Piazza della Signoria podrás observar la gran cantidad de restaurantes que existen. Por supuesto, degustar pasta o pizza es obligatorio, comidas que, además, encantan a los integrantes más jóvenes de la familia.
Dado que los pequeños ya han andado mucho por la mañana, lo mejor es regalarles la tarde a ellos. Existen muchas posibilidades que les encantarán. Los Jardines de Boboli están en la ciudad y permiten a los niños jugar libres y entretenerse. Si, por el contrario, prefieres otras opciones, te recomiendo los parques de aventura para niños, situados en las afueras.
Día dos: Museo y paseo tranquilo
Florencia cuenta con más de 70 museos y no es de extrañar, dado que esta ciudad fue la cuna del arte renacentista. Por lo tanto, visitar alguno de sus salones de arte es obligatorio. De este modo inculcamos a los niños el valor por el arte. Para mantenerlos animados, contarles historias y cuentos es uno de los métodos más fructíferos. La Galería Uffizi es el museo más conocido de Florencia, y en él podemos encontrar las esculturas de Miguel Ángel o Leonardo da Vinci. En la Galería de la Academia, por el contrario, está el David de Miguel Ángel. Los menores entran gratis a ambos.
También existen otros museos que cautivan a quienes los visitan. Entre ellos están el Museo dei Ragazzi, dedicado a los niños. en el Palazzo Vecchio, o el Museo de Historia Natural, con impresionantes recreaciones de dinosaurios.
Tras degustar pizza y pasta por el centro de la ciudad, podéis aprovechar para pasar la tarde tranquilamente. Los helados italianos tienen fama, ¡y es por algo! El Ponte Vecchio, la Piazza de Santa Croce, la casa de Dante o el mercado central son algunos de los puntos que puedes visitar mientras paseas. También tenéis la opción de hacer un “Free tour” con agencias como GuruWalk. Son amenos y duran unas dos horas.
Día tres: Escapada a Pisa
Por supuesto, ir a Pisa es un must si estás a Florencia, ya que es una ciudad que se encuentra a menos de una hora y a la que se puede ir rápidamente en tren. Los trenes italianos son puntuales y bastante económicos.
En Pisa, además de conocer la famosa torre inclinada y hacerte mil fotos con ella (como buen turista), merece la pena visitar la increíble Catedral o Duomo del siglo XI, y el Baptisterio, el más grande de Italia. La Piazza dei Miracoli o Piazza del Duomo está rodeada por una extensión de césped, por lo que no hay problema de pérdida con los niños.
No obstante, Pisa tiene más que ver además de sus monumentos más conocidos. Pasear a orillas del río Arno te llevará a construcciones como la Iglesia de Santa María della Spina y a las calles más comerciales de la ciudad.
Si tenías dudas acerca de visitar o no la ciudad con niños, ya no tienes excusas.