Paula de Sweet Ale siempre consigue que haga: guauu, con sus planes y descubrimientos, el restaurante de hoy me ha encantado. Os dejo con ella.
Siempre que volvemos de hacer una escapadita, nos gusta hacer balance y decir entre todos cuál fue el descubrimiento del viaje. En el último que hicimos hace algunas semanas por la zona de Altea (Alicante), sin duda nuestro descubrimiento del viaje fue Can Sueño. Hablar de este sitio tan especial es mi pequeña aportación para Mamás Viajeras by Style Lovely.
Can Sueño es una casa propiedad de una encantadora pareja de holandeses, Rob y Hennie, que convirtieron una zona rocosa en lo alto de las montañas cerca de Tàrbena (Alicante) en su preciosa vivienda. Hoy en día Can Sueño es un referente en la gastronomía de la zona, con la posibilidad de alojarse en un apartamento de lujo en la torre de la casa.
Si viajáis por la zona de Alicante os recomendamos que os acerquéis a este lugar tan especial y os animo a vivir una auténtica experiencia gastronómica.
Cuando reservamos una mesa en Can Sueño únicamente nos pidieron que estuviéramos a la una de la tarde, un poco antes de la hora de comer. El trayecto hacia Can Sueño desde Altea, es a través de una preciosa carretera de montaña, que termina en una pista de tierra que en algún momento nos hace dudar de si nos habremos equivocado de camino.
Llegamos allí y después de llamar a la puerta, nos recibe Hennie y su marido Rob; muy amablemente nos invitan a pasar al interior de la casa, como si de unos amigos se tratase. Nuestra recomendación si vais a Can Sueño, es que a partir de ahí te dejes llevar y disfrutes del maravilloso ambiente que se respira en esta parte de la montaña alicantina.
Una vez dentro de la casa, pasamos por el comedor y nos dirigen al exterior de la casa, empezamos a ver lo bonita que es la decoración, las flores por todas partes, los rincones de la finca, etc. es cuando pensamos… esto nos va a encantar!!!
Hennie y Rob nos enseñan la finca, la vista hacia las montañas… respirando ese aire puro, nos cuentan cómo llegaron allí desde Holanda, escapando de la lluvia… eso ya nos hizo aumentar la simpatía hacia esta pareja, ya que nosotros como gallegos sabíamos bien de lo que hablaban!
Nos acomodan a los cinco en una mesa en el exterior de la casa y nos sirven un aperitivo, vino o champagne para nosotros, y una bebida casera hecha de una infusión de frutas y flores, que a los niños les encantó!!
Disfrutando del sol, el aire de la montaña y la naturaleza, íbamos esperando tranquilamente a que llegaran el resto de comensales.
Al cabo de un rato nos pasan al comedor, donde nos explican en que va a consistir el menú y el vino que va a acompañar a cada plato. En Can Sueño, los menús se cambian según la temporada, se elaboran con productos biológicos enfocados a la naturaleza y siempre con hierbas y flores frescas del jardín.
Parte del encanto de este sitio es el factor sorpresa, ya que cuando vas a Can Sueño no sabes lo que vas a comer, únicamente cuando llamas para reservar la mesa te preguntan si prefieres un menú basado en carne o en pescado. Como nuestra elección fue carne, este fue el menú degustación que nos fueron sirviendo:
- Paté de cordero
- Sopa primaveral de espinacas
- Pastel de carne acompañado por una empanadilla de cebolla y queso
- Sorbete
Después de esto nos dijeron que saliéramos otra vez al exterior y nos pasaron a otro de los rincones de la finca, la parte de la piscina, con unas imponentes vistas sobre las montañas. Mientras limpian la mesa y arreglan todo para el plato principal, que consiste en un goulash, acompañado de un carpaccio de ternera gallega, tal y como nos especificó Heini, y un timbal de arroz aromático.
Como broche final, un surtido de postres que consistía en brownie, mousse de chocolate y unas pastas muy ligeras de pétalos de rosa.
La experiencia de disfrutar en familia de un sitio como éste es algo que desde Sweet Ale os recomendamos de corazón, ya que el ambiente, la decoración, el gusto por el detalle, la magnífica gastronomía y la compañía de esta encantadora pareja de holandeses es algo inolvidable.
Es posible que a estas alturas muchos estéis pensando que este sitio no es para ir con niños; sin embargo a nosotros nos encanta llevar a los niños desde que son muy pequeños a todo tipo de restaurantes. Creemos que conocer la gastronomía del lugar al que viajamos es una manera de conocer un poco más otras culturas y otras costumbres, y que por lo tanto la gastronomía está muy unida a los viajes. Por eso Can Sueño es un lugar que seguro que a vuestros hijos, igual que a los nuestros, les va a encantar!!.
Por todo este ambiente mágico, por el entorno tan maravilloso que se respira, Can Sueño ha sido el descubrimiento de nuestro último viaje, que compartimos con todos vosotros. Os aseguro que cuando vayáis os va a emocionar!!!
Can Sueño
Partida Bichauca 1, 03518 Tàrbena (Alicante)
0034-966183244
info@cansueno.com
Me encanta!! Te recomiendo, si no lo conoces, un hotel muy parecido en Alcoy, Masia La Mota. Los dueños te hacen sentir como si fueras parte de la familia, el entorno y la comida son excelentes y los niños son siempre bien recibidos.
Ya hace un tiempo que leí un articulo relacionado con este restaurante en un periódico local, «Restaurante ilegal en Tárbena». Aunque ya estoy jubilado, aún me tira la profesión y decidí hacer un pequeño trabajo de investigación a nivel personal. ya que tengo casa por la zona, no me suponía gran esfuerzo. Movido por la profunda curiosidad que me despertó este articulo, en el cual mencionaba que el restaurante era ilegal desde sus inicios. Como puede ser que un restaurante lleve tantos años sin controles? ningún inspector de sanidad? trabajo? ni organismos locales? como podía ser? Me decidí y entre en su pagina web para realizar una reserva.
Tuve que definir ese día si quería comer pescado o carne, dado que todo el menú era cárnico me decante por el pescado, y me informaron que el horario de inició de dicho «banquete» era 13-14h.
Llegó el gran día. Nos costó un poco llegar, que estaba mal señalizado. llegamos al lugar, donde tenia unas vistas increíbles del valle. Me impactó gratamente. La bienvenida acogedora aunque demasiado cercana para mi gusto. La explicación del menú fue larga y un poco fantasiosa, pero que restaurador no peca un poco de ello. Ah, y por suerte pudimos entenderla ya que todos eramos ingleses. El menú fue francamente ridículo, carente de concepto y poco realista. No quiero entrar en la ejecución de los platos, cada uno tiene su gusto y te puede parecer mas o menos bueno. Pero si me parece interesante destacar como se fragua la gran estafa, que los jabalíes los cazan ellos?! Que el producto es biológico y todo de huerta? Que tienen galardonada gastronomía? Por quien? Y que el Sumiller es un gran experto en vinos? Permitirme que lo dude…
Si cazaran los jabalíes, claramente seria una infracción a la ley, no se puede creer que hagan eso en realidad, donde están los inspectores de sanidad cuando pasan estas cosas, claramente ponen en riesgo la salud de sus clientes.
Producto biológico de su jardín?, ese que tienen descuidado con malas hierbas. Como puede ser producto de la huerta fuera de temporada? bastante dudoso, nos hubiera gustado pasear por esa huerta ya que estuvimos tantas horas allí.
Por otro lado, se venden como si hubiesen ganado premios, cuando ni siquiera creo que haya pasado una inspección de sanidad. Si, todo se ve muy bonito. Si no supiera que este sitio fue edificado de forma ilegal y que esta gente montó una estafa para extranjeros incautos y españoles hábidos de menús exóticos y aventuras gastronómicas.
Y lo de aquel señor intentando parecer un sumiller fue mas que gracioso, a los jubilados parecía gustare aquella especie de danza ridícula a la hora de realizar la seuda explicación fue de lo mas cómico y triste a la vez para los amantes del vino.
En conclusión, un menú del día, a la altura de cualquier bar de Alicante. Pero con vajilla inglesa, servicio cercano, pero sin profesionalidad. Lujo, pero sin agua potable. Reconocido, pero sin licencia. Reitero, si no supiera lo que sé, hubiera salido de aquí pensando que la comida no era de lo mejor pero el sitio y la experiencia era interesante.
Espero que mi humilde opinión sirva para que aprendamos a ser mas críticos y no cegarnos con el lujo, es absurdo…
Estas han sido mis conclusiones del restaurante Can Sueño en Tárbena, y para que mis aportaciones no queden solo en una humilde opinión, he remitido todas las pruebas documentales, fotográficas, etc. que he podido recopilar en mi visita, a las autoridades correspondientes. Si alguien tiene alguna aportación, estaría encantado de intercambiar opiniones.