Una semana sin los niños

Desde hace tres años, en verano los niños pasan unos días con los abuelos. Es una semana que ellos esperan con ilusión. Están con ellos en la playa mientras papá y mama trabajan en Madrid. Cuando decidimos hacerlo la primera vez yo tenía dudas. Pero la experiencia fue tan maravillosa que desde entonces repetimos año tras año. Es mi semana de «malamadre» ja,ja…

 

Para mis padres son unos días especiales e inolvidables con sus nietos. No estamos nosotros y ellos ponen las normas. Hacen manualidades, cuentan historias de su vida, van juntos a la playa y por las tardes van de paseo y se comen un helado.

Para los niños son días únicos porque los abuelos son más flexibles que nosotros. Comen lo que quieren, juegan a lo que quieren y viven sin normas.  Nada de desayunar pan de centeno con aguacate ja,ja…

Y para los padres es un descanso mental muy importante. De pronto el día parece que tiene muchas más horas. Tienes tiempo para ti, para tus amigas, para hacer ejercicio… o incluso para perderlo! Que vivir despacio y perder un poco el tiempo también es necesario. Me paso el resto del año contando minutos.

Os confieso que les echo mucho de menos. Mucho. Pero creo que estos días son buenos para todos. El llamado «campamento abuelos» es uno de los grandes lujos de mi vida. Cuando me llaman y me cuentan me hacen sonreir por la ilusión que demuestran.

¿Vosotros tenéis la suerte de tener unos abuelos entregados? ¿ Cómo os organizáis en verano?

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