Viajar con niños: Croacia. Primeras impresiones

Recién llegada. Adiós al mar turquesa y los viajes en barco. Adiós a comer helados en el puerto viendo atardecer. A bañarse en cascadas de parques naturales que parecen decorados de una película. Adiós  Croacia.

Escribiré largo y tendido sobre este viaje para intentar ayudaros o daros ideas pero como suelo hacer hoy, nada más llegar a Madrid, primeras impresiones.

Lo que más me gusta de viajar es que su efecto dura en el tiempo. Que hoy a pesar de ver desde mi ventana edificios altos, aún conservo la alegría de estos días.

¿A vosotras no os pasa? El viaje empieza días antes, cuando lo sueño y lo preparo. Llega a su punto álgido mientras estamos allí.. pero después ya en casa, revivirlo, recordarlo, ver fotos, hacer el albúm, contarselo todo a los abuelos y que los niños ilusionados relaten a su forma las anécdotas…

Cuando hago este tipo de viajes y disfruto tanto con los niños me reafirmo en que no entiendo a la gente que tiene miedo a viajar con sus hijos. Si a ti te queda alguna duda espero poder convencerte hoy, que aún me dura el subidón croata y la felicidad de haber compartido un viaje y un país precioso en familia.

Croacia es perfecta para ir con los niños. Y así sin pensarlo mucho se me ocurren tres buenas razones. La primera es que combina dos cosas claves para mi: poder hacer turismo y ver sitios con estar en la playa. Tandem ganador si se viaja con niños. La segunda es que se come bien y no es muy caro. Hemos organizado el viaje por nuestra cuenta como siempre y la vida allí es más barata que en España. Cenábamos unas parrilladas de pescado increíbles y la cuenta para los 4 no superaba los 40 euros! Así da gusto…

Y la tercera… un nombre: Plitvice.

El Parque Nacional de Plitvice es uno de los lugares más maravillosos que existen sobre la faz de la tierra. Ha entrado por la puerta grande en mi ranking de lugares que me han fascinado, codo a codo con Machu Pichu o Iguazú… Plitive es especial y único y compartirlo con los niños fue una experiencia que no olvidaré.

Traigo la maleta cargada de momentos especiales que recordaré durante mucho tiempo y que servirán para animarme cuando lleguen momentos bajos. Hoy, me quedo con estos…

1. Recorrer Dubrovnik al atardecer y pasear por sus murallas mientras cae el sol. Mágico.

2. Recorrer Trogir y jugar entre calles medievales, comernos un helado facebook que nos puso a todos la lengua azul…

3. Bañarme en Brela y en su mar turquesa… esta playa tiene un encanto especial y por algo Forbes la consideró una de las mejores del mundo.

4. Encender una hoguera en nuestra cabaña de Plitvice y contar historias junto al fuego viendo las estrellas con una app que se descargó mi marido. Ese cielo, la cabaña, y las estrellas solo para nosotros… momento irrepetible en familia.

5. Rovijn. Y ese atardecer de película. Dar de comer a las gaviotas en el puerto. Fue una tarde inesperadamente… perfecta.

Croacia es objetivamente preciosa. Y esto es una realidad, más allá de opiniones subjetivas. He vuelto fascinada… y prometo contaros todo todito todoooo

Feliz fin de semana!