Lagunas de ruidera

Es un paraíso cercano. Uno de esos sitios que te dejan enamorada al verlo y da hasta miedo compartirlo. He vuelto fascinada por sus aguas azul turquesa, sus cascadas, su naturaleza.. y sobre todo por la desconexión y la paz que se respira allí. Las Lagunas de Ruidera, en Castilla la Mancha. Una escapada improvisada para el día de la madre, el mejor regalo: dos días de felicidad con mi familia.

Me habían hablado del sitio. «Es un paraíso» me decían. Pero este término se utiliza tanto que al final una ya está cansada de oirlo… y desconfía. Esta vez no exageraban, resulta que sí, que es algo parecido al Edén.

Recuerdo la sensación de bajarme del coche, andar hacia la laguna, ver el agua turquesa, los patos, el silencio y pensar: guauu, esto es exactamente lo que buscaba.

Han sido dos días preciosos. Tiempo de calidad para los 5. Para jugar y reirnos de cosas de niños. Para desayunar juntos tostadas de pan con queso manchego que compramos en el pueblo. Para jugar a la pelota, dar de comer a los patos, apostar quien llega más lejos con el tirachinas, comer una pizza al horno de leña y hacer un picnic al atardecer mientras Bárbara bailaba «Despacito». Así de friki es esta familia viajera. Así de feliz.

Esto es lo que yo buscaba: desconectar y reirme, cambiar de aires y sobre todo no tener nada más que hacer que centrarme en mis hijos. En Madrid es imposible, me lio sola.

Situado entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, este parque natural fue declarado patrimonio de la Humanidad. Representa una formación  geológica de singular belleza paisajística. Está formado por 15 lagunas a lo largo de 35 Km, estas lagunas se disponen como  peldaños de una escalera que desde la parte más alta del valle, en las  denominadas “lagunas altas”, desciende hacia la localidad de Ruidera y  el embalse de Peñarroya, punto mas bajo del espacio  natural.  Entre la  primera laguna y el embalse existe una  diferencia de 120 metros.

Las lagunas son un oasis de agua en medio del paisaje árido de la Mancha. Lo mejor es que hay una carretera que bordea todas las lagunas que permite recorrerlas en coche e ir parando en los distintos miradores y puntos señalados. Así que si vas con niños pequeños no hay peligro de que no aguanten o se cansen. Paras cuando quieras, disfrutas y sigues en coche. Se puede acceder con silla de bebé a todas partes.

Eso sí, uno de los grandes planes es hacer senderismo por la zona. Hay rutas señalizadas. Cogimos un mapa en el Punto de Información del pueblo de Ruidera y allí venía todo muy bien indicado.

RECORRER LAS LAGUNAS. En cada zona la tonalidad del agua es distinta. El punto más espectacular es sin duda la Laguna Lengua, este de la foto. El agua turquesa recuerda al de Baleares o el Caribe.

Otra de las cosas que me gustó es que hay restaurantes y bares a pie de laguna para tomarse un café o un refresco mientras los niños juegan en  la orilla. Descansar y disfrutar, eso es lo único que hemos hecho.  Es lo que tiene la naturaleza, que carga pilas y vuelves nueva.

ACTIVIDADES EN LA ZONA. Este Parque Natural ofrece la posibilidad de disfrutar de muchas y divertidas actividades al aire libre, lo que sin duda añade mucho encanto al plan: senderismo, rutas 4×4, rutas a caballo guiadas, todo tipo de deportes de vela, cursos de submarinismo, espeleología, parapente, etc. Nosotros como llevábamos a Bárbara no hicimos ninguna, pero queremos volver con amigos y seguramente nos animemos.

CUEVAS DE MONTESINOS. La visita a la cueva es corta pero con niños me pareció muy didáctica e interesante. Puedes ver las colonias de murciélagos que hay allí y es ideal para que los niños pequeños aprendan cosas del Quijote. Entrada adultos 4 euros, niños 2 euros.

PICNIC AL ATARDECER. Nuestro gran plan del sábado fue ir a ver atardecer sobre las lagunas desde el Mirador del Rey.  Una manta, picoteo, bebida, unas ensaladas de pasta y un poco de chocolate (es sábado!)… y toda la ilusión del mundo. Ver atardecer allí con los niños fue un momento inolvidable. Nos reímos contando cosas disfrutando de esas vistas… y terminamos todos bailando, a veces pienso que los que nos vean pensarán que estamos para que nos encierren.

CASTILLO Y EMBALSE DE PEÑARROYA. El Castillo está bastante bien conservado y la panorámica de las lagunas desde allí es impresionantes. Merece la pena acercarse a verlo. El acceso es gratuito.

RESTAURANTES.  Si quieres comer por la zona te recomiendo estos dos sitios: el restaurante  Victoria en Ruidera pueblo, y el restaurante «La Granja» con pollos y pizzas hechos al horno de leña.

Este fue mi regalo improvisado del día de la Madre. Y no se me ocurre nada más bonito ni mejor. Dos días centrada en las 4 personas que más quiero. Dos días de risas, de mimos, de tiempo juntos, dos días de FAMILIA.

En Instagram Stories he ido colgando videos de la zona por si queriais ver imágenes: de las lagunas, de las panorámicas, del atardecer. Siempre que puedo cuelgo fotos y videos de los planes para daros ideas, nos seguís? @mamasviajeras

Disfrutar mucho de la zona, merece la pena!

 

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