Fue un día inolvidable. Una ermita en Cantabria en medio de la montaña. Una ceremonia familiar. Y pasarse la tarde al aire libre, con los niños corriendo y jugando, rodeados de verde, bajo un precioso cielo azul. La «Primera Comunión» de mi hija fue un lujo: naturaleza, familia y felicidad, todo junto y bien mezclado.
Hace más de un año en un viaje, mi hija y mi sobrina nos pidieron hacer la comunión juntas. Creímos que sería algo pasajero y no le dimos más importancia. Unos meses después volvieron a decirlo. Cuando ya se lo preguntamos en serio nos dijeron que sí, que su mayor ilusión era vivir ese día juntas. Dicho y hecho. Avisé a mi hija de que estaba renunciando a hacerla con sus amigas y lo tenía clarísimo: «no importa mama, quiero vivirlo con la prima»
Mi propósito era ver a mi hija feliz. Que disfrutara mucho y sobre todo que viviera cada minuto del día sintiéndose querida. Y creo que lo conseguimos. Toda la familia coincidió en lo bonito y especial que resultó todo. Y ya no hablo de los detalles ni de la decoración, sino del ambiente, del cariño. De lo bonito que es ver a la familia reunida y feliz y a los primos jugando juntos. Esa es la esencia del día, esa y las palabras del sacerdote: «El mejor regalo que os van a hacer hoy es que Jesús va a estar con vosotras».
En la ermita estuvimos sólo la familia. Apenas 20 personas. Los primos hicieron peticiones, los padrinos leyeron y al final las niñas recitaron una poesía para Jesús que el abuelo había escrito para ellas. Fue íntimo y especial, nuestro.
El resto del día transcurrió feliz. En el jardín de una casa familiar. Entre montañas. Con los niños correteando, haciendo volteretas, jugando a polis y cacos y disfrutando de un precioso día de sol. Mayores hablando, comentando y comiendo rico.
Felices y afortunados de estar juntos y poder vivir la ilusión y el cariño de estas dos primas.
Monté el Candy Bar con las preciosas cositas que me envió mi querida Noelia de mypartybyNoelia.
Con sus detalles tú misma puedes hacer algo así de bonito sin mucho esfuerzo. Ella te hace las pegatinas, los banderines y te personaliza cada detalle. Solo es cuestión de montarlo!
Entregamos los preciosos recordatorios que nos hizo Poppies Style, que enamoraron a todo el mundo.
Y los regalitos de Condetalle que fueron un exitazo! Qué ilusión ver a todo el mundo tan feliz con el suyo.
A los niños les dieron las 11 de la noche jugando en la calle. Mi hija se acostó y me dijo: «mama no me quiero dormir, no quiero que el día termine»
El día fue aún mejor de lo que soñamos juntas. Jesús, naturaleza y familia.
Muy bonito todo, pero de verdad ¿a quién le importa? La página es de viajes y ultimamente ha perdido toda su esencia. Comunión y publicidad encubierta de las empresas patrocinadoras.
Sinceramente, hay límites que mejor no traspasar para no perder seguidores. Y no soy la única.
Un saludo
Hola Olga. Me parece perfecto que a ti no te importe y te agradezco que me escribas. A mucha gente le gustan las ideas y son muchas las que agradecen que cuente estas cosas. En la web cuento lo que creo interesante, no sólo viajes. Comparto mis inquietudes en la comida, planes e ideas. Leerme es voluntario.
Gracias!
La ermita está en Liendo, se llama San Andrés. El vestido es de una marca que se llama Coordinanos. Un beso y gracias por tus palabras