Semana con hija única

La semana que mis hijos mayores hicieron el Camino de Santiago, Bárbara y yo disfrutamos de una semana especial. Unos días preciosos con ella como «hija única». Aunque la pequeña de la familia sabe buscarse la vida y ser protagonista, tiene que compartir constantemente los juegos con sus hermanos. No hay nada en el mundo que le guste más que tener a mama solo para ella. Y a mi también, no voy a engañaros.

Está en una edad tan bonita. No calla. Me cuenta todo sin respirar con esa media lengua que me hace querer darle besos sin parar. Y es una gran actriz. Gesticula para contar cosas, sonríe para conseguir besos y pestañea cuando quiere algo. Zalamera y manipuladora es un lujo poder disfrutar de ella dandole atención plena. Me río tanto…

Al vivir estos días recordé la sensación de tener sólo un hijo. De poder prestarle atención en todo momento y no tener que negociar o compartir juegos e intereses. De preguntarle solo a ella: a qué quiere jugar, qué le apetece comer. Para mi los hermanos son el mejor regalo que les hacemos a nuestros hijos pero a veces es complicado gestionar a diferentes niños con edades distintas y gustos también diferentes.

Mi familia dice siempre en broma que Bárbara lo que de verdad quiere es ser «hija única» siempre ja,ja… Le encanta el protagonismo. Habla sin parar, te hace actuaciones improvisadas para que la mires y si sus hermanos hacen algo, ella va corriendo a hacer lo mismo.

Ha sido una semana especial y muy bonita. Nos despertábamos juntas, comíamos juntas y nos dormíamos juntas. Me he dado cuenta de lo que los niños necesitan «su» momento. Barbara nunca ha tenido a mama solo para ella porque desde que llegó al mundo sus dos hermanos mayores (que la adoran) están ahí siempre.

De pronto la casa es para ella, mama le presta toda la atención. Su sonrisa, su felicidad, sus «mama tú y yo solitas» me han vuelto loca.

Hemos paseado, jugado en la pisci y hemos disfrutado de mucho tiempo en exclusiva.

No ha sido algo buscado, simplemente coincidió. Pero me hace darme cuenta de lo bonito que es hacerlo de vez en cuando.  Tiempo con ella y para ella. Y vosotros, ¿tenéis la posibilidad de hacerlo de vez en cuando?

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