Senator Puerto Plata con niños

Mis hijos tenían muchas ganas de viajar a la República Dominicana a un Todo Incluido. La primera opción en la que pensamos todos es Punta Cana pero mirando ideas, una amiga dominicana me habló de Puerto Plata, una zona  menos masificada, con muchas más opciones turísticas,  y tan paradisíacas como esa. Allí está el Senator Puerto Plata, una cadena que conozco, en la que ya me había alojado y que me da total confianza. Sin duda ha sido un acierto y un viaje que no olvidaremos en la vida.

Es curioso cómo un viaje que en principio no era mi viaje ideal, me ha producido tanta felicidad y se ha posicionado como uno de los viajes de mi vida. Volvería sin dudarlo. La República Dominicana es un mundo de ritmo y color que atrapa y te hace caer rendido a sus encantos.  La alegría y amabilidad de su gente, su sonrisa, lo disfrutones que son,  el clima perfecto, los paisajes… un destino divertido y familiar en el que todos hemos disfrutado.

Para mi el éxito de este viaje es la combinación entre un hotel maravilloso cinco estrellas con un entorno paradisíaco que ofrece muchas opciones, tanto culturales como de diversión. Puerto Plata  todavía es de esos destinos donde la masa no domina el escenario.  Si no quieres salir del hotel, no hace falta. El resort situado a pie de playa en la Bahía de Maimón, ofrece todas las opciones para divertirte: concursos, actividades, diferentes bares, actividades acuáticas, espectáculos.

No me preguntéis que hacíamos todo el día pero no parábamos. Cada jornada transcurría entre el concurso de cocos, hacer snorkel, montar en kayak (todo incluido, no había que pagar extras), bailar bachata, comerse unos nachos a media mañana tumbados en las hamacas de la playa (o un crepe de dulce de leche a media tarde en el mismo sitio), comer en el buffet viendo el mar, hacer deporte en la piscina, darse un baño al atardecer, tomar unos cocktails (y  otros más), jugar al ping pong, ver atardecer, ir a cenar, disfrutar  del espectáculo…

Un maravilloso plan diario de no hacer nada pero hacer de todo. Y esa sensación es muy de verano. Terminaba el día y yo pensaba: «no he ha dado tiempo a leer» ja,ja…

Nunca pensé que esta actividad tan relajada y slow me iba a divertir tanto. Para mi lo mejor de este viaje es disfrutar de tiempo de calidad en familia. Cuando pasan tantas horas juntos, mis hijos juegan más unos con otros. En estos viajes hay que aprender a negociar, a ceder, a buscar juegos comunes, a ayudarse… hablamos más que nunca y nos reímos de las cosas de unos y otros. Y estar en un hotel maravilloso rodeados de caprichos ayuda mucho.

INSTALACIONES DEL HOTEL. El hotel está situado a pie de playa y encima es paradisíaca. Tiene piscinas impresionantes con varios jacuzzis con vistas al mar, bar en la piscina y todo tipo de hamacas. Es un resort de lujo al que no le falta detalle y en el que cuidan mucho los detalles. El personal del hotel es fantástico y el servicio de animación también.

Era comodísimo estar a pie de playa y comer viendo el mar desde el restaurante, o andar un minuto e ir de la piscina a la playa y viceversa, a nuestro antojo. La playa tiene un aspecto salvaje maravilloso con grandes árboles a pie de orilla y por supuesto hamacas en las que tumbarse junto al mar.

Me enamoré de ese lugar nada más verlo. No es la típica imagen del Caribe. Pero el agua es cristalina, está calentita, tiene centenares de peces y tiene encanto propio. En la misma playa tienes la tienda donde te dan, sin coste alguno, el material de snorkel y los kayaks. Puedes cogerlos tantas veces como quieras y fue una de nuestras actividades preferidas cada mañana.

RESTAURACIÓN. Uno de los puntos fuertes del hotel. El resort ofrece 12 alternativas distintas de restauración y tienes comida y bebida a todas horas. De hecho lo novedoso y divertido es que tiene una calle con diferentes locales todos gratuitos y eso es un sueño para los pequeños.

Mis hijos se volvieron locos cuando descubrieron esa calle. «¿Podemos entrar y pedir lo que queramos?» me preguntaban. En la calle están la cafetería, la heladería, la pizzería… en todas podías pedir lo que quisieras. Imaginaros la emoción de los pequeños. Poder pedir helados de todos los sabores, gofres o crepes… incluso una pizza a media tarde.

Además el resort tiene un gran buffet con cenas temáticas, un bar en la piscina donde nos tomábamos cocktails por la tarde y el otro preferido de mis hijos, el Legens Sport Bar, un bar con pantallas gigantes donde proyectaban eventos deportivos y ofrecían las 24 horas del día comida americana tipo hamburguesas, nachos o tacos.

Constantemente había fiestas y comida durante el día. Hacían barbacoa en la piscina o fiesta temática por la noche en la playa y de pronto te encontrabas bailando descalza en la playa con tus hijos. A todas horas ese ambiente divertido y animado que te arrastra y te hace programar tu día en función del concurso de chupitos o el espectáculo en el anfiteatro.

Por la noche el hotel ofrece varios restaurantes más exclusivos con una calidad excelente. Mi preferido fue la Casa de la Carne, aunque nos encantó también el japonés. Cenabas a la carta con vino platos deliciosos.

Apartado aparte merecen los atardeceres de Puerto Plata. Se convirtió en nuestro momento preferido del día.  El primer día nos pilló por sopresa y lo vimos mientras nos bañábamos en el mar. Los últimos tres días dejamos una hora para disfrutar de este momento que era un plan en sí mismo.

Todas las noches a las 21 h hay un espectáculo tanto para adultos como para niños, espectáculos de baile, magia, karaoke…

Lo dicho, un no parar.

HABITACIONES. Hay dos tipos de habitaciones. Unas más nuevas y reformadas y otras un poco más clásicas que aún están sin reformar. Nosotros nos alojamos en la habitación swim up que tiene acceso a una piscina que comparte este tipo de habitaciones. El hotel tiene una distribución muy cómoda y aunque es grande se llega rápidamente a todas partes. Había un kids club para los niños y actividades para ellos con los animadores.

PUERTO PLATA. Puerto Plata es precisamente la zona donde comenzó el turismo en República Dominicana y sigue siendo uno de los destinos preferidos por americanos y dominicanos. Como los españoles no tenemos vuelo directo, todo el mundo termina en Punta Cana. Os doy detalles de las distancias para que comparéis. De Santo Domingo a Punta Cana se tarda unas horas en coche. A Puerto Plata se tarda algo menos de tres horas y media. Creo que una hora de diferencia no puede ser la razón para alojarte en una zona más auténtica y menos masificada. 

EXCURSIONES. La ventaja de Puerto Plata es que la zona tiene muchísimos planes y excursiones. Os escribiré otro post contándonos excursiones en la zona pero sin duda las imprescindibles son Cayo Paraíso y los Charcos de Damajagua. Cayo Paraíso es una isla deshabitada frente a la costa de Puerto Rucia, muy cerca de Puerto Plata.

Desde Punta Rucia se pueden tomar unas lanchas que en menos de media hora te dejarán en Cayo Arena. Sus aguas son poco profundas por lo tanto se puede realizar snorkel incluso con niños pequeños.  Realizar esta práctica en este lugar es una verdadera maravilla ya que sus aguas están repletas de peces tropicales de espectacular colorido y con formas tan únicas que a veces superan lo imaginado. Nosotros la contratamos con un taxista del hotel.

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