Que ver en Bretaña. 10 planes

Francia, nuestro país vecino es un destino diez. Siempre me sorprende. Y Bretaña una de las regiones más completas que he visitado allí para viajar en familia. Sus paisajes te transportan a la Edad Media, sus historias de corsarios y castillos fascinan a los niños y su gastronomía convierte cada comida en un plan en sí mismo.

Hay muchos lugares bonitos que ver en Bretaña y muchos planes especiales que  a tus hijos les divertirán. Hoy te cuento que ver en Bretaña y mis diez planes imprescindibles. Me queda mucho por ver y visitar por la zona así que tendré que volver para completar este post. Estos diez planes son mi recomendación de la ruta que hicimos en 2019.

SAINT MALO. Empiezo por aquí porque creo que me enamoré de Saint Malo. Había leído que es una ciudad tan turística que no esperaba mucho de ella. Y fue un flechazo. Uno de esos lugares que tienen luz propia y en el que no te cansas de pasear y descubrir nuevos rincones.  Con un mar turquesa rodeándola, esta bella ciudad es famosa por su ciudad amurallada y su relación con el mar. Por algo  es una de las ciudades más visitadas de Bretaña. Imprescindible.

RENNES. La capital de Bretaña fue otra gran sorpresa. Rennes es una ciudad moderna y con un atractivo ambiente universitario. Aun así, mantiene su esencia medieval gracias a las casas de entramado de madera del siglo XV que se conservan en su casco histórico. Las de la calle Chaprite y la Plaza Sainte-Anne están entre las más apreciadas y mejor conservadas. Ambas zonas son perfectas para ir a cenar o comprar una prenda de diseño. Una ciudad cómoda para descubrir con los niños.

VITRE.  Dicen que Vitré es el rincón más bello de Francia y era uno de mis lugares «top» en este viaje. Y no me decepcionó. Su rico patrimonio le ha valido el título de ciudad de Arte e Historia en 1999. Su momento de máximo esplendor fue en el Renacimiento, cuando su plaza de Notre Dame se convirtió en un lugar importante para el mercado de las telas. Recorrer sus calles es como retroceder en el tiempo y vivir de pronto en otro siglo. Apuntalo en tu ruta, imprescindible.

JOSSELIN. Presidido por el château de Josselin, este pequeño pueblo medieval a orillas del río Oust es uno de los más encantadores de la Bretaña francesa y una de las paradas imprescindibles para aquellos que realizan cruceros fluviales. Si a tus hijos le gustan los castillos no dejes de ir.

DINAN. Había visto tantas fotos de sus preciosas calles  que reservé un día de sol para visitarlo. Y Dinan es todo eso y mucho más.  Dinan fue un importante enclave comercial gracias a su puerto del río Rance. Su época de máximo esplendor fue en los siglos XIV y XVIII, cuando sus calles estaban repletas de tejedores, curtidores, carpinteros y otros artesanos. Hoy aún se pueden encontrar talleres y tiendas donde todo está hecho a mano.

COMBOURG. No estaba en mi planes imprescindibles pero un día nos pillaba cerca del destino al que íbamos y decidimos dedicarle una mañana. Y qué acierto. Es un pequeño y bonito pueblo de calles preciosas y su castillo y el lago que se encuentra a sus pies tienen muchísimo encanto. Es la cuna el romanticismo y el lugar de origen del escritor y poeta francés Châteaubriand. Se dice que este autor vivió en una de las cuatro torres del castillo, en la llamada torre del Gato desde donde hay unas increíbles vistas al lago. Esta fortaleza, del siglo XI fue crucial en la defensa de Bretaña.

FOURGERES. Esta ciudad cuenta con la fortaleza más grande de Europa. Un vasto complejo de piedra construido durante los siglos XII y XV con trece torres que actualmente están rodeadas de jardines. Fue uno de los puntos claves en la lucha por las fronteras de Bretaña y las vistas de Fourgères desde sus murallas son impresionantes y su casco antiguo ha sabido conservar su esencia medieval a pesar de estar repleto actualmente de pequeñas tiendas y cafés.

CANCALE: COMER PESCADO FRESCO Y BUSCAR DELFINES. Cancale es uno de los grandes desconocidos de Bretaña. Uno de esos lugares que quizá no aparecen en las listas de los más visitados pero que merece la pena dedicarle unas horas y disfrutar de su paz y de su mar. Es la meca de las ostras y allí es posible comer pescado fresco a precios muy interesantes. Nosotros vivimos la experiencia de montarnos en un barco desde su puerto y recorrer la Bahía de Saint Malo en busca de delfines. Un día completo.

ROCHEFORT EN TERRE. Nos quedamos sin visitar Rocherfort en Terre porque el día que nos pillaba de paso llovía y luego estaba ya demasiado lejos de nuestro alojamiento. Ha sido uno de mis grandes «lugares pendientes» porque todo el mundo me dijo que era un lugar maravilloso. Una razón para volver a Bretaña.

BROCELIANDE.  Este impresionante bosque está repleto de cuentos y antiguas leyendas. Una de ellas es que Brocéliande era el lugar donde vivía el mago Merlín, el hada Viviana y el caballero de Lancelot. Estas historias se pueden conocer a través de las diferentes rutas guiadas, ya sea por el castillo de Comper, ocupado en el siglo IX por el rey Salomón, por el valle de Nunca volver, con su famoso estanque del espejo de las hadas, la fuente de Bareton o la fuente de la Juventud.

Os iré contando más detalles de esta zona que disfrutamos tanto.

 

 

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